jueves, 31 de diciembre de 2015

Postrre

Amamos
la razón que crece
con la generosidad
de saber estar.

Nos invitamos
a esa cena de deseo
donde no faltan los besos.

Pensaremos en el postre.

Juan T.

miércoles, 30 de diciembre de 2015

Amor y hechos

Hemos visto el amor,
lo hemos identificado,
lo hemos autentificado,
y ahora lo vamos a vivir
por siempre.

Lo haremos sin seguridades,
sin prisas, con respeto
y alegría, con deseo,
con rectificaciones y altruismo,
sabiendo sacar lo mejor de cada cual.

Sea como fuere, irá bien,
si hemos empleado el tiempo precedente
en saber que es genuino cariño
y con la persona adecuada.

¡Pasemos a los hechos!

Juan T.

martes, 29 de diciembre de 2015

Preferidos

Nos preferimos con caricias
que nos conduzcan a la salvación.
La elección es cierta y sencilla,
pero toca tomarla,
y ahí los humanos hallamos
excesivas diferencias
que hemos de mitigar
con cimientos de amor.

Nos preferimos:
lo que debemos es ofrecernos
con hechos que eliminen
cualquier duda metódica o caótica.

La decisión, para que esté tomada,
ha de ser efectiva, cierta.
No ha de ser difícil,
si, como sabemos y decimos,
nos preferimos.

Juan T.

domingo, 27 de diciembre de 2015

Magia

Nos haremos responsables
del amor que sentimos.
No erraremos,
y, si lo hacemos, será
para fomentar la ilusión
una y mil veces.

Nos encantamos:
vamos a procurar disfrutar
de la magia
que nos sorprende de verdad.

Juan T.

sábado, 26 de diciembre de 2015

Pongamos ejemplos

Tengamos la visión de un mundo que nos quiere como somos, con fórmulas que hemos de reinventar a cada paso.

No apaguemos las llamas de las emociones que nos hacen liderar los espacios en los que fuimos fuertes.

Nos tomaremos ese tiempo que es antesala de las emociones con las que nos pondremos a navegar con vehemencia y moderación casi a partes iguales.

Nos responderemos con hechos, con actos que nos permitirán calcular y hasta perder para después ganar. La vida es así.

Nos hemos de enseñar desde las caricias de una Humanidad que debe recuperar sus universales. Pongamos ejemplos y digamos que sí.

Juan TOMÁS FRUTOS.

viernes, 25 de diciembre de 2015

Nos llenan

Consigamos el momento
que nos devuelve
a un mundo de colores.

Obtengamos las respuestas
a las preguntas que no formulamos.

Los sabores nos llenan.

Juan T.

jueves, 24 de diciembre de 2015

Ideal

El amor es esperanza. Por eso lo hemos de animar desde la fe en los mayores, en los más pequeños, en los que vienen, en quienes vendrán.

Hemos de servir de testigos a una esperanza que será fe en cuanto hacemos. Nos rodearemos de curiosas caricias con las que navegar por sentimientos y con inclusiones queridas.

Tocaremos el afán de una victoria que nos fue regalada a través de un cariño que nos sana. Debemos comprender que el universo se regula con buenos actos.

Las determinaciones nos han de servir para estimar y ser amados entre respuestas que nos presientan con singularidades que son y que fueron.

Hemos de procurarnos caricias, buenas vibraciones, desayunos perfectos, sentimientos hondos, serenos, sencillos, de verdad. Con este bagaje todo será ideal.

Juan TOMÁS FRUTOS.

miércoles, 23 de diciembre de 2015

Más y mejor

Te has convertido
en la soberana de mi vida.
Ganas e indicas
que todo no es tener,
sino ser:
para mí eres más y mejor.

Juan T.

lunes, 21 de diciembre de 2015

Con positivismo

Nos envolvemos con la manta del amor, que nos llena y nos desgrana para dar el fruto más humilde y expansivo a la vez.

Nos declaramos entre anhelos que nos procuran una virtud más ante las caricias que nos preparan para cuanto fue.

Hemos resuelto los motivos, que nos aclaran hacia dónde podemos marchar. Hemos de sugerir intuiciones que nos fecunden de hermosuras. No apaguemos las luces.

Nos tenemos con la voluntad de ser dichosos entre prestaciones que nos rescatan en el primer instante. Hemos ubicado las justicias.

Determinemos lo que somos y cuanto seremos en un porvenir embriagador, donde nos afirmaremos con positivismo.

Juan TOMÁS FRUTOS.

Todo

Prestas lo que no tienes,
y te haces rica
de amor,
de todo el del mundo,
porque, una vez abonado,
ya no hay fronteras.

Juan T.

domingo, 20 de diciembre de 2015

Extender lo bueno

Visualicemos los problemas y aseguremos los pronósticos con unas ansiadas caricias que nos han de llevar hasta el pedestal de un amor único. Pretendamos la serenidad.

No busquemos sombras. Las hay, y se localizan fácilmente, pero a la misma distancia podemos hallar respuestas, positivismo, e intereses desgranados con aficiones claves.

Hemos de ubicarnos en los puntos de unos intereses objetivos que nos deben conducir por los retos más singulares.

No molestemos a quienes vienen en son de paz. Debemos apostar por ellos. Nos hemos de inducir a mejoras constantes con los amigos y vecinos, a los que hemos de tratar en son de paz. Nos merecemos el sosiego. Calmemos los objetivos con los que nos movemos.

Investiguemos a través de los buenos aires de una juventud que nos sirve para superar los temores que nos envuelven con las circunstancias.

Asumamos los óptimos pronósticos con unas cautelas que nos devolverán a cuanto fuimos. No presumamos en la inutilidad. Miremos al pasado para ser nosotros mismos, para avanzar. Podemos causarnos mucha felicidad sólo con la intención, con la mejor postura. Lo constatamos.

Singularicemos lo que nos viene con una promesa querida. Hay ejemplos de amistad y de superación por doquier, y de mucha bondad y de generosidad, de los que hemos de aprender si queremos ser joviales de verdad. No vivamos lo complejo teniendo lo sencillo a mano. Aprovechemos el escaso tiempo.

Expresemos los aspectos de unas fiestas con las que nos hemos de inmiscuir desde la convicción de que el equilibrio viene con sus toques maestros si lo experimentamos con certeza y sin melancolías.

La historia personal se construye con vaivenes, en altibajos, con prácticas que no siempre comprendemos. Analicemos, no obstante, cuanto sucede y vayamos hacia esos mares en los que podemos formarnos con humanidad y con adecuados pronósticos.

Anhelos básicos

Los recursos han de ser optimizados a cada segundo. Juremos amistad. No fragmentemos los anhelos, que han de ser básicos para la proximidad más densa y fecunda. Pongamos todo el afán en el punto crucial para progresar en comandita. Todos juntos podemos señalar mucho mejor el itinerario.

Los equívocos, deslizamientos, caídas o retrocesos incluso, por errores de toda índole, son consustanciales al ser humano. Lo ideal es que saquemos provecho de las perturbaciones y que seamos realistas en los resultados que conseguimos a medio o largo plazo.

Estimemos con altura de miras, con serenidad y con la mejor fe posible. Apliquemos las normas que nos invitan con virtud y vehemencia a extender lo bueno, que siempre es la columna de lo que ha de acontecer.


Juan TOMÁS FRUTOS.

sábado, 19 de diciembre de 2015

Noches de concordia

Nos tomamos
ese concepto que es amor
y surgen embrujos
y deseos
para noches de concordia.

Unimos mucho cariño.

Juan T.

lunes, 14 de diciembre de 2015

Quehacer creador

Cuadras la bondad con más acierto. Nos ofrecemos un regreso a una virtud que nos prometió estar a salvo a la menor ocasión.

Nos hemos de proponer un fin que nos aclarará qué hacer cada día, todos los días, a la menor oportunidad. 

Hemos de llamarnos por el nombre que entendemos. Nos esforzaremos por estar en la virtud que nos impulsa hacia la verdad misma. 

Hemos de llegar donde sea menester con obviedades y anhelos compartidos con normas que iremos entendiendo poco a poco.

La existencia nos ofrece reflejos con los que iremos creciendo en libertad. Hemos de postularnos con un quehacer creador.

Juan Tomás Frutos. 

domingo, 13 de diciembre de 2015

Deseo

Abres el deseo
y nos vemos,
los dos, por siempre,
en él.

Hay sorpresa, sí,
pero, fundamentalmente, advertimos
la mayor fortuna.

La intuición
es sustituida por el afán,
que crece.

El deseo nos lleva
al otro lado del espejo,
y todo es un mundo maravilloso.
Despejamos incógnitas.

Juan T.

sábado, 12 de diciembre de 2015

Locura y sensatez

La vida se cimenta en una cuestión de perspectiva. Lo que a unos les parece mucho, para otros, por las razones que fueren, o por la propia ambición, puede resultar poco, o al contrario, claro. La belleza, las ganancias, las actitudes, las virtudes, los fracasos, las subidas, las bajadas, los intereses, los objetivos, los adelantos, las miradas, los elementos circundantes, lo que vale, lo que no y un sinfín de apreciaciones suponen, exactamente, ópticas que nos colocan en unas posturas u otras, con lo que ello implica desde el punto de vista de los posibles resultados.

La historia cotidiana, según se subraya, se basa en aspectos sencillos. De hecho, las reglas de convivencia se fundamentan en unos perfiles fáciles de enumerar, pues no son demasiados. Hablamos de amor, de respeto, de conocimiento, de parajes intermedios, de colaboración, de bien pensar, de intenciones loables, de creencias en uno mismo como en los demás, de trabajo, de voluntad, de entrega, de no correr en exceso, de no quedarnos parados, de madrugar, de fijarnos en los ojos, de continuar pese a todo, de ser personas, en definitiva. Una ingente cantidad de estos vocablos albergan idénticos ejes, esto es, se concentran en territorios comunes. El asunto es si somos capaces de verlos, o, expresado de otra guisa, si queremos dar con las ideas que nos unen. Es una pregunta que no siempre resolvemos.

Suelo repetir que la existencia, dentro de sus limitaciones y consideraciones agridulces, está bien trazada. Vamos aprendiendo poco a poco en el marco de un ciclo que, cuando sabes de qué va la partida, se agotan las monedas. Es lógico que sea así.

El esfuerzo diario ha de ser, por lo tanto, que cambiemos el chip y que veamos todo, en paralelo, con ojos de cariño, de bondad, hacia lo que realizamos y con el afán de ayudar y de contribuir igualmente al desarrollo personal. Podemos hacer bastante, si nos lo proponemos. Eso sí: precisamos no agobiarnos. No hay prisa para llegar, pues lo importante, como dijo el poeta, es el camino, aunque luego se diluya. Los instantes son de este modo. No le demos más vueltas.

La actitud ha de ser positiva, con entusiasmo, creando climas ilusionantes que nos lleven por doquier. No nos atosiguemos inútilmente. Nada bueno sale, salvo excepciones, de los movimientos vertiginosos y del dolor por un sufrimiento incontrolado. Las cosas ocurren, y hay que estar preparado para ello. No tengamos más pretensiones de las debidas, que esto se acaba, aunque pensemos lo contrario.

Sin complejos

Seamos independientes para amar, para introducirnos en un mundo sin complejos, colaborando con las numerosas probabilidades con las que nos atrevemos a sumar entre acontecimientos más o menos interpretados desde sus suficiencias, que tanto necesitamos. Vayamos donde pueda ser.

El anhelo de superación ha de ubicarse con decoro y con la finalidad de crecer creando y compartiendo. La vida es una aventura estupenda, con todos sus vaivenes incluso. No debemos permitir que los segundos se anulen con la estupidez o la torpeza constantes. Tener claro lo que queremos y un poco de propósito de enmienda contribuyen al progreso social.

En consecuencia, seamos un poco más alocadamente sensatos y apartemos el trigo de la paja para valorar lo que merece la pena, que se relaciona con la salud, con el amor y con los criterios básicos que dignifican a una comunidad de vecinos si ejerce como tal. Divisemos lo que nos pasa y seguro que hallaremos algunas contestaciones.


Juan TOMÁS FRUTOS. 

viernes, 11 de diciembre de 2015

Oportunidades

Vamos por el nuevo día,
que se presta a ser
por ti, en ti, con todos.

Las oportunidades
han de ser buscadas
entre destellos y presencias.

Juan T.

Una verdad manifiesta

Superamos la oscuridad con la empatía más singular. Nos hallamos entre sugerencias que nos ubican en el punto más diestro.

Hemos de añadirnos a los anhelos básicos, con momentos de pureza, de verdad. Añadiremos las causas más grandes con unas impresiones reales.

No generemos aspectos inútiles. Los tiempos han de llenarse con planes de caricias. Nos subrayaremos lo esencial con versiones plurales.

Nos hemos de dejar lo más animoso con una creencia en uno mismo. Las singularidades nos han de brindar la misión que nos hace posibles.

No llamemos la atención para nada. Hemos de igualarnos con unas destrezas que nos reseñarán una verdad manifiesta.

Juan TOMÁS FRUTOS.

miércoles, 9 de diciembre de 2015

Ama

Ama,
y por amor sigue
hasta el mismo inicio
de una era
que trastoca todo.

Sigue,
y considera
que el deseo
es entrega y pasión
con lindas presencias.

Mueve
los sueños sugerentes
hasta la zona misma
de la realidad compartida.

Ahí ama,
y por amor no pares.

Juan T.

lunes, 7 de diciembre de 2015

Sueño

Adecuamos
los deseos de amor
a la vida misma,
y con ella soñamos
una y otra vez.

Juan T.

domingo, 6 de diciembre de 2015

Dame

Dame amor
que nada te faltará.

Dame un beso
y tendré vida.

Dame sentimientos
y seré feliz.

¡Mira que es sencillo!

Juan T. Frutos

viernes, 4 de diciembre de 2015

Proseguiremos

Nos comprometemos entre deseos que nos aclaran cuanto es. Hemos respondido con amores repetidos.

Nos gestionamos con caricias superlativas. Nos atendemos. Hemos pedido con obligaciones que nos estiman.

Los errores han de servir. Nos haremos caso con voluntades de pensamientos claves. Nos iremos contando.

Construyamos la vida con más vida. Nos hemos de preparar con apuestas singulares. Nos otorgaremos mucho.

Hemos solicitado un poco de cariño. Nos vigilaremos. Nos repondremos. Nos descubriremos. Hemos avanzado. Proseguiremos.

Juan TOMÁS FRUTOS.

Confieso

Nos invitamos
con razones y besos,
y, de vez en cuando, descompensamos
los fines
con genialidades compuestas.

Nos consumimos
con versiones de amor.
Creemos en lo que fuimos.

Nos estimamos
con esperanzas importantes.
Nos revisamos
todos los días con constancia,
y parlamentamos al amanecer.

Te confieso
que te quiero mucho.

Juan T.

martes, 1 de diciembre de 2015

Podemos avanzar

Establecemos los números para superar las cifras de las emociones, que nos colocan en barcos de sensaciones renovadas.

Nos avisamos de pensamientos claros, claves, dispuestos a seguir por las sendas más maravillosas. Hemos de aprender.

Todos los días nos implican en actitudes que hemos de moderar y de mejorar. Podemos ser dichosos. Debemos.

Apostemos por los aires que nos dignifican. Hemos de llegar para ser. Nos preparamos con fórmulas de cariño.

Supongamos y expongamos con todo el amor posible. Nos hemos de llenar de las mejores vibraciones. Podemos avanzar.

Juan TOMÁS FRUTOS.

Nos consideramos

Preferimos.

...

Gustamos.

...

Damos.

...

Nos reconocemos.

...

Nos personamos.

...

Dignificamos.

...

Hemos de hallar.

...

Nos consideramos.

Juan T.

Lo mejor de ti

Imagina el amor,
piénsalo,
se en su verdad,
siempre relativa y absoluta,
y sigue
sin miedo, con fuerza,
hacia el futuro.

Con el amor, en él,
hallarás lo mejor de ti.

Juan Tomás.

domingo, 29 de noviembre de 2015

Besos

Besamos el día
sintiendo los labios
del deseo
con un compromiso
más que existencial
y generoso.

Besamos
el momento y el espacio
con un montón de conocimientos
que nos vienen
de la subjetividad del amor
que nos consuela y potencia.

Hemos resaltado
los hechos más necesarios
con unas previsiones
cuantiosas y especiales.

La virtud esencial
reside en el cariño:
de ahí que nos demos
tantos besos.

Juan T.

sábado, 28 de noviembre de 2015

Nos configuramos

Mima.

...

Vamos de camino.

...

Nos devolvemos.

...

Hemos dado con buenos objetivos.

...

Nos configuramos.

...

Hemos dado mucho.

Juan T.

Nos distraeremos

Predicaremos
con todo el trigo cariñoso
que abunda
por besos señalados
con deseo
y con mucho amor.

Viviremos
en la paz complaciente
que nos regala
la devolución
a un principio seguro.
Queremos:
eso debe bastar.

Nos distraeremos.
Mucho, sí.

Juan T.

martes, 24 de noviembre de 2015

Hasta sin vernos

Ama por ti
y por mí,
que yo haré lo mismo,
lo que equivale
a eternidad y sugerencias
de infinita superioridad.

Ama y ve al mundo,
que nos espera
sin sorpresas.
Hemos entendido y aplicado
los mejores sonidos.

Nos escucharemos
hasta sin vernos.

Juan T.

sábado, 21 de noviembre de 2015

Pronósticos

Me encanta ver caras de felicidad, incluso cuando ésta viene de tal manera que nos hace hasta llorar. Entonces me emociono también, y derramo inevitables lágrimas en pura empatía con la persona a la que contemplo. Cuando la situación es grupal todavía se tercia más intensa.

El ser humano, que es capaz de lo abstracto, de imaginar todo, de vivir todo, hasta de manera indirecta, con un desarrollo mental, a través de elucubraciones que nos trasladan por territorios y tiempos no protagonizados, es, precisamente por todo ello, una máquina casi perfecta. Somos en la tradición, en el presente, en el futuro, compactando realizaciones, perdiendo y ganando, ofertando ocasiones de gracia y de sinceridad.

Consecuentemente, porque intento creer y estimo en verdad que nos alegramos de ver a quienes son ejemplo de esperanza, de superación, de opciones para subir la escalera de la existencia, porque lo percibo así, me encanta que compartamos las experiencias más enriquecedoras, dejando a la par las negativas tan solo para aprender un poco más y no reiterarlas.

La dicha es compleja. Lo es porque cuando llega de manera sencilla no siempre se nota. Complicamos todo en exceso para divisar y no otear, para discutir y descifrar, para analizar y estudiar lo que habría de venir por una vereda sencilla.

Nos recordaba un compañero estos días que somos hormigas en un universo extenso, infinito y en progresión. Somos relevantes, únicos, excepcionalmente maravillosos, según me digo, sí, pero, en paralelo, hemos de relativizar todo y continuar con la humildad de caminar sin hacer daño a nadie, configurando el más óptimo afán y deambulando por escenas que nos otorguen el contento a la más mínima oportunidad. Hay que estar preparados para ello, que no hay tantas ocasiones.

El egoísmo encierra una condena: la soledad y la falta de paz. Sobre todo nos referimos a la carencia de la tranquilidad más esencial, la que nos habría de venir del equilibrio interior al que tenemos derecho y por el que hemos de bregar en el mejor de los sentidos. Aportemos sentimientos para entendernos.

Procuremos tener esos amigos justos en número, en calidad igualmente, con un comportamiento ejemplar, que nos han de regalar ese objetivo mayúsculo por continuar, por seguir adelante, con ejemplos decorosos, con intenciones de fe en las posibilidades que tenemos.

Referencia

El contento es la referencia para una vida que es demasiado corta para expresarla sólo con penas y problemas. Mirar el lado positivo junta las piezas del mejor álbum, que hemos de llenar de las más hermosas instantáneas. Las albergamos, aunque no siempre las experimentemos. Aboguemos por la jovialidad como fórmula histórica.

El universo se ha vuelto muy complicado, en esta era de transformaciones por la crisis que nos envuelve, ya excesivamente duradera. Hemos de sacar provecho de lo que nos rodea, de las personas, de lo que somos, de los intereses variopintos que nos colocan en bretes a veces no entendibles, pero que debemos afrontar con valentía y fortaleza.

La mirada ha de cobijar pronósticos leales y loables. Hay modelos en quienes nos quieren, a los que debemos corresponder con dosis incrementadas. Cuando actuemos así, por mucho que nos digan algunos agoreros, los pronósticos serán maravillosos, llenos de genialidad y de estupendos resultados. Seguro.


Juan TOMÁS FRUTOS. 

Entendimiento casi total

La fiesta nos llena de pureza con una voluntad que nos corrige algunas intenciones, que nos han de poner en el punto ideal.

Singularizamos las promesas con unos recuerdos que nos proponen para un recomienzo de voluntades.

Hemos llamado a la conversión, y en ella nos gozamos con respuestas que son números con los que vamos a convivir en más ocasiones de las permitidas.

Nos aupamos a la versión perfecta con una causa que es entrega casi absoluta. No perdamos el valor de la memoria.

Los frascos de esencias hoy llevan un mejor aroma, y es porque estamos en ese punto de no fricción, de entendimiento casi total.

Juan TOMÁS FRUTOS.

Nos demostraremos que podemos

Vamos a vislumbrar lo mejor de nosotros mismos con una voluntad de paz que nos alcance con resortes singulares.

Nos haremos caso con nombres de amor, que nos irán diciendo todo. Nos agasajaremos con recuerdos de insistente dicha.

Hemos diseñado la voluntad misma con volúmenes de concordia. Nos ubicaremos en el mejor punto. Supongamos.

Los enlaces nos llevarán a la querencia en un mar de sensaciones. Nos demostraremos cuanto somos. Nos pondremos a calcular.

Elucubremos el mundo que necesitamos, y pongamos características con un afán de soñar. Nos demostraremos que podemos.

Juan TOMÁS FRUTOS.

sábado, 14 de noviembre de 2015

Podemos ser felices

Hemos de traspasar las fronteras con el anhelo básico de un entendimiento perfecto. Agotemos los recursos en favor del amor. No malgastemos las ocasiones, que no son tantas.

Dispongamos los elementos que nos hacen gozar con remiendos y pacientes anhelos de conquista del mundo, que nos pertenece.

Hemos llamado a la generosidad de la amistad, que nos ha de poner donde debemos, con recuerdos solventes.

Nos debemos a la vida, y con ella hemos de laborar en pos de la creencia en uno mismo. Nos tenemos y nos tendremos.

Pongamos en valor la ilusión y los buenos métodos. Nos concluiremos con reformas que servirán para iniciar el ciclo. Podemos ser felices, y la idea es intentarlo cuantas oportunidades sean precisas.

Juan TOMÁS FRUTOS.

Por ellos

Tienes el día
para ser y decidir
en la paz
de unos mayores
que creen en nosotros,
como nosotros en ellos.

Hemos meditado
sobre sus deseos,
y, tratando de cumplirlos,
pensamos en su felicidad.

Nos esculpimos
en el amor sensato
que nos enseñaron a compartir.
Esta jornada ideal,
como todas deberían ser,
va por ellos.

Juan T.

domingo, 8 de noviembre de 2015

Entrelazado

Nos encontramos
en un bosque
que se llama crisis,
y nos dejamos llevar
hasta ese escenario
que denominamos amor.
Es un milagro.

Hemos cambiado
de lugar y de circunstancias
mudando únicamente la perspectiva
y los sentimientos.

Estamos en el mismo paraje,
pero el cielo se ve
de otro modo, mucho mejor.

Este entrelazado maravilloso
no es casual.
Todo estaba dispuesto
para que así ocurriese.

Nos vimos,
y todo comenzó a existir.

Juan T. Frutos

domingo, 1 de noviembre de 2015

Besar y vivir

Nos realizamos
en la noche que nos presenta
con favores especiales.

Nos beneficiamos
tras una intensa realidad
que sabe a sueño
por perfecta.

Duplicamos los resultados
cuando nos exponemos
a la verdad que nos integra.

Besar es vivir,
y en ti lo sé sin vacilación.

Juan T.

sábado, 31 de octubre de 2015

Valores

Hay semanas en las que uno se siente al otro lado. Es como si todo ocurriera con cierta precipitación, de manera imparable, arrolladoramente, si bien somos conscientes de que los ritmos vienen resaltados por la propia naturaleza de los acontecimientos, que aparecen cíclicos, en oleadas intermitentes.

Se propician, en ciertos intervalos de tiempo, las distancias, y quedamos un poco en ese margen que nos permite trayectorias variopintas que dejan un sabor agridulce: surgen los aprendizajes con sus peajes, dejando luces, sí, pero también descubriendo, con sus brillos, a quienes nunca debieron estar tan cerca de nosotros.

Buscar las palabras adecuadas no es fácil. Hay impotencia, resignación, cesión ante los acontecimientos, por otro lado imparables, de modo que aceptamos que queda la impronta de un recorrido cargado de beneficios y de esos equívocos de los que tanto se aprende. Las rutas se desarrollan así.

Cuando esperas verte con alguien y resulta que quien acude a la cita es otra persona te experimentas tan vacío que la pregunta inevitable es ese porqué que recoge ecos de soledades hondas que nos despiertan en los albores de mañanas inefables. Toca callar por un error siempre más propio que ajeno. No todo puede ser un triunfo, pero el fracaso nos aplaca en exceso.

El empeño por ayudar ha de situarnos en los frontispicios de las razones que producen singulares deseos de paz y de provecho. Abonemos los mejores campos, pese a lo dicho, pues, como mínimo, hemos de intentar la transformación. Contribuir al desarrollo es un afán mayúsculo. No obstante, no se cosechan en todo momento los frutos anhelados. Ser pacientes, ante las consideraciones del presente y del porvenir, es un buen consejo, a menudo el único válido. Poner en ejecución la quietud es sumamente enrevesado.

Levantarnos después de caer

Duele, sí, otear que nos distancian, que nos hurtan las opciones del contento compartido. Otros, y es normal, ocupan parajes elucubrados, pero, sabiendo que la vida es de esta guisa, que debe serlo, reclamemos respeto, que no siempre aparece con su corte y educación. La complejidad del presente nos rompe más de lo preciso. No olvidemos, pese a todo, levantarnos después de caer.

Ciertamente hay jornadas que nos destinan a proyectos e iniciativas que se fragmentan por el fracaso de una amistad diluida en el interés, que tiene su lógica, mas igualmente alberga desdén y apatía. Por ello, quizás, no entendemos lo que pasa, ni lo queremos comprender. Si lo hiciéramos daríamos cobertura a imposturas que hacen que la crisis, en esta coyuntura de valores que saltan por los aires, sea aún mayor. Protegerlos es una obligación, e incluso más que eso: una necesidad.


Juan TOMÁS FRUTOS.

viernes, 30 de octubre de 2015

Ama

Ama,
y sé tú misma
en esa esquina
que nos pertenece
porque no se esconde.

Hemos de comprender
todo lo que pasa,
porque es y será
en la felicidad que fomentamos
estando más y más juntos.

Ama:
para eso estamos aquí.

Juan T.

miércoles, 28 de octubre de 2015

Muchos motivos

Sueña con los deseos más queridos, con los que unos unen a los planteamientos más hermosos, que nos aclaman con reglas de oro.

Nos hemos de imaginar con los anhelos de una libertad que podremos compartir con sanas elucubraciones.

Debemos darnos mucho, todo, con entusiasmos repartidos. Hemos concluido y consentido que querer es poder.

Lo asumimos y lo demostramos cada jornada. Hemos de construir todo. La vida es amor. Nos prepararemos con reglas de sentido ideal.

Nos incluiremos en el punto más destacado. Nos dedicaremos a lo que nos conviene. Hemos hallado muchos motivos.

Juan TOMÁS FRUTOS.

Tu día

Imagina el día,
y será tuyo.
Pero no olvides
que lo has de pensar
con mucho amor,
con todo el que puedas,
y, seguro, seguro,
tuyo será.

Juan T.

domingo, 25 de octubre de 2015

Nos justificamos

Nos realizamos
en esta mañana serena
que tiene su apunte
de locura noble.

Nos mostramos
en la misma realidad.
en una dimensión doble y única,
prestos a hacer del mundo
un lugar un poco mejor.

Nos desarrollamos
como personas
en ese distingo que nos provoca
con deseos fugaces:
nos comprometemos
a que permanezcan.

Tomamos el desayuno,
y nos justificamos.

Juan T.

sábado, 24 de octubre de 2015

Tarjeta de visita

Todo puede ser en el escenario de la vida. Lo sabemos. Lo percibimos. Nos lo cuentan. No es una cuestión de creerlo o no. La fe nos permite seguir avanzando. De lo que se trata es que sepamos asumir los esfuerzos y los riesgos. Hemos de procurar alegrías que nos impliquen sin condiciones estúpidas. La pérdida de opciones, de tiempo, es consecuencia de malas ópticas.

La igualdad en el trato y en la dignidad ha de ser una premisa con la que navegar de un lugar para otro. Nos hemos de tocar con recuerdos de pacientes estimaciones respecto de nosotros mismos, que hemos de agradarnos en el caminar cotidiano. Debemos intentarlo. Nos hemos de impeler para avanzar con anhelos compartidos. El clan sin exclusiones hace que el itinerario fermente como la levadura. La unión es la idea clave. La historia lo corrobora.

Subamos con templanza solidaria e intentemos sostener a quienes más nos aman. Las horas han de ser aliadas. Nos procuraremos el equilibrio desde la felicidad y la dicha. Nos insistiremos, y eso nos dará un poco de todo, de lo mejor. No seamos excesivamente reservados. Los riesgos, siempre que no se hagan desde una constante ceguera, son consustanciales al ser humano. La voluntad ha de ser la de existir, demostrando cada jornada que somos capaces. El coraje ha de estar presente en la profesión y en lo más íntimo.

Quitemos las barreras. Los filtros no contribuyen a los éxitos. Pongamos los anhelos en el punto. Nos hemos de añadir a las eras más ingentes, ésas que nos pueden ubicar donde las limitaciones no ocurren. Salgamos de los fanatismos. Nos debemos a los intereses objetivos y subjetivos que nos han de marcar hechos de alegría. La jovialidad nos rejuvenece y nos otorga el beneplácito de los años para estar en paz.

No nos acostumbremos a lo pésimo, sino a lo óptimo. Nos hemos de presentar con las figuras más entusiastas. Hay modelos, bastantes, para encariñarnos con los demás, para fomentar el cariño, el altruismo y la voluntad. Los universales se extienden como la hierba en primavera cuando los abonamos convenientemente.

No vivamos encerrados en redes que nos atrapan para no consentir que seamos aquello que imaginamos. Estimemos lo ideal. Nos hemos de ponderar. Unamos energías. Los acontecimientos han de implicar que nos enganchemos a los resultados más extraordinarios. Nos debemos liberar. La autonomía de criterio nos conduce por veredas donde nos formamos como humanos.

Avanzar

No estemos en esos “apriorismos” que nos dejan atrás. Podemos avanzar. Los detenimientos no nos preñarán de opciones. Indaguemos. Las tenemos. Hemos sido importantes. Volveremos a serlo, aunque permanezcamos en el anonimato.

Nos mostraremos sin predicciones. Las inclemencias no nos ganarán. Nos hemos de devolver a cuanto fue y tuvo significado cuando éramos jóvenes y pensábamos que todo era factible. Seamos independientes. Retornemos a ese empeño por alcanzar lo que nos acarreará fortuna y tranquilidad. Nos subrayaremos las eras en las que hemos de ser en sociedad. No aceptemos lo que no nos encumbra al contento. Cada día, hoy mismo, es una tarjeta para la mejor visita, que hemos de llevar a cabo.


Juan TOMÁS FRUTOS.

domingo, 18 de octubre de 2015

Y más

Plantas, abonas,
cultivas, dedicas mimos
y tiempo, mucho tiempo,
y te alegras, y sanas,
y sigues, y sonríes,
y pides, y das,
sí, y regalas sin reclamar nada,
y cuentas, y sueñas,
y explicas, y callas,
y rozas la belleza excepcional,
y te expresas siendo tú misma...

Todo eso, y más,
es el amor.
Sigamos el ciclo.

Juan T.

sábado, 17 de octubre de 2015

Evidencias

Miremos a cuanto ha sido tiempo atrás y hagamos balance paralelo de lo que hemos conseguido, que es mucho, de obra y pensamiento, entre materias e intangibles. Busquemos tendencias, mejoras, aspectos positivos para procurar seguir las sendas que nos incrementan las necesarias dosis de felicidad. Ver el lado lleno del vaso, contemplarlo de esa guisa, contribuye a la paz interior que nos procurará la exterior. Hay que laborar por los estupendos hábitos, que nos experimentan extraordinarios.

Tendamos puentes y dejemos a un lado a quienes abundan y pretenden éxitos sin poner nada a cambio. No se trata de dar por dar: lo que debemos intentar es no perder el tiempo. Todo es tan finito que esforzarnos por y para cuestiones en fuga e inútiles es una enorme equivocación.  Planifiquemos un poco. Las respuestas nos irán dando los cauces por los que caminar. No fragmentemos.

Sepamos lo que está cerca y lo que anda lejos entre brumas de pacientes intereses de todo pelaje. No vivamos en el inventario permanente, ni tampoco estemos en lo improductivo espiritualmente. Medir y equilibrar ayuda a estar en paz, con salubridad. No planteemos divulgaciones estériles. Pongamos manos a la obra. Cada día es una ocasión de amar.

Imaginemos mundos perfectos. De ellos saldrán instantáneas poderosas que nos permitirán amar ahora y siempre. No malgastemos los recursos, siempre escasos, y, si podemos, alberguemos esperanzas para ubicarnos donde sea menester.

Ideemos los planes más maravillosos, los que nos provocan en positivo,  los que nos regalan objetivos con los que abundar  en lo solidario, siempre tan multiplicador. Los sentimientos de motivación nos ofrecerán lo más querido. Estudiemos los modelos que nos preparan para el futuro desde el aprovechamiento del presente y hasta del pasado. Dispongamos los recursos que embriagan de pasión y de eventos colmados de entusiasmo.

Hemos de allanar los motivos, las salidas, las opciones con las que nos movemos en pos de premisas enormes, grandes, sugerentes. No rompamos las estructuras que funcionan, y, si necesitan cambios, hemos de contribuir a sus oportunas modificaciones. Analicemos los cimientos intelectuales para incrementarnos. Las vacilaciones nos han de impeler hacia el porvenir, que será genial, en plenitud.

Converger

La existencia tiene muchas interpretaciones. Lo importante es que hagamos que el librillo de cada cual, el nuestro, el propio, surja con convergencias entre el todo y la nada, y nos implique en las emotividad que nos brinda dicha. Nos hemos de fijar en lo que se prepara con inteligencia, tesón y óptimos equipamientos.

Lo relevante ha de ser plantado, abonado y destacado con la protección y el alza que calculemos para su expansión. Hemos de anticipar las jugadas más dificultosas. Las probabilidades son muchas. El mañana se presenta prometedor. Hagamos que las evidencias no decaigan. Para eso lo que precisamos es preparación, entrega y paciencia, y, si observamos que no cosechamos lo aguardado, toca aumentar las dosis tantas veces como sean demandadas.


Juan TOMÁS FRUTOS.

Nosotros

Vivamos lo principal
del día,
que no es otra cosa
que el amor.

Llevemos el deseo
sin advertencias temerosas
hasta el punto que consideramos esencial
entre únicas verdades,
o casi.

Nos hemos de retar a besos
que ganaremos con concordia.
Nos pediremos
y nos daremos todo, de todo,
con proyectos que aclararán
las voces que fueron.

Volveremos a observar
lo que es conocimiento y afán.
El cariño nos centra
y desubica por igual.
Por eso la costumbre
ha de ser óptima

Las propuestas pasionales
nos acercarán,
porque, como sabemos, nos unen los besos
y cuantos abrazos queramos darnos.

Nos aseguraremos composiciones
que nos visitarán con su música,
con corazones definidos.
Son los nuestros, evidentemente,
somos nosotros.

Juan T.

martes, 13 de octubre de 2015

Gracias al amor

El deseo se rodea
de la gloria
de esas flores
que siempre saben
a Primavera,
incluso cuando no lo es.

Haces de los sueños
realidades perfectas.
Nos cubrimos
de alegría y de buen hacer.
Todo está en esa alianza
que nos promueve
y nos enseña
los ánimos en los que creemos.

Y todo gracias al amor.

Juan T.

lunes, 12 de octubre de 2015

La fiesta

Estemos
con honores claros.
Somos verdades
y medias entre consejos
que nos llevarán
al fin del mundo.

Nos introduciremos
en las amistades más profundas.
Responderemos
a las dudas y los enigmas
de millones de años.

Es el momento.
La fortuna nos acompaña:
la fiesta está en nosotros.
¿Brindamos con un beso?

Juan T.

domingo, 11 de octubre de 2015

Todo podemos

Asumimos
la bondad del amor,
que lo es
por su presencia,
por su gusto,
por las experiencias,
porque sí.

Nos diremos
todo lo que sentimos.
Las voces y los hechos
nos llevarán donde el deseo
adquiere picardía y dimensión,
y nos abrazaremos
entre pensamientos
que forjarán nuestro destino
en común.

Asumimos todo,
y todo podemos.

Juan T.

sábado, 10 de octubre de 2015

No temamos

Creer en el nuevo día es averiguar quiénes somos, los porqués de variopintos universos que nos deben conducir por los vericuetos de la felicidad, en la que hemos de tener fe y con la que debemos estimar con cordura y admiración. El progreso no se ha de evitar.

Nos hemos de trasladar con la cordialidad del que ama desde la experiencia más sonada, con la ilusión por el nuevo acontecer, que hemos de escribir a nuestra manera involucrando a los otros, con los que hemos de aumentar la jovialidad.

Tengamos el momento apropiado exprimiendo la voluntad de existir, de demostrarnos dinámicos, esforzados, perennes como la hierba. Las porciones de amor se han de multiplicar. Lo óptimo se ha de expandir sin recelos.

No dejemos al albur de los destinos caprichosos aquello que nos interesa, que nos debe ubicar a través de los más brillantes itinerarios. Miremos las estrellas y divisemos en ellas los buenos ejemplos.

Pongamos en su sitio ideal todo aquello que nos satisface. Dispongamos los criterios con paz y armonía. Las premuras de otros instantes no nos han de configurar como destrezas únicas. Elucubremos el mundo en positivo, y sigamos las estelas que han de ser guías para quienes solo creen en la materia prima y que, por lo tanto, deben cambiar. Ésta se extingue y es voluble.

Hemos de preferir el desarrollo del alma, de lo espiritual, de los valores, que han de incrementar sus recursos entre ilusiones que fermenten de verdad. Hay estandartes en todas partes. Tomemos los más enriquecedores.

Seamos óptimos y con clarividentes tipologías, con coraje, con muchos anhelos. Nos hemos de distinguir por empatías y asertividades que nos muevan por razones singulares. No apaguemos la llama de la confianza, que, con el debido contexto, ayuda a analizar.

Afrontemos cada jornada con la ternura que nos brinda tranquilidad. El equilibrio es un don que nos pertenece. Seamos, igualmente, sensatos. Definamos a los amigos, y no tratemos de tener más de la cuenta: ni lo serán ni los podremos atender. La vida supone riesgos en las decisiones y un campo abonado para sacar un determinado provecho. Ajustemos.

Querer es poder

Aseguremos el mañana con besos, que nunca se irán. Como mucho se transformarán en viento, y a alguien rozarán. No vacilemos en lo esencial, o caeremos en la insensatez, el hastío y la desdicha. Querer es poder. Arranquemos, al alba, con la furia del que sabe que tiene toda la energía del mundo. Lo relevante es ejercer esa dimensión con altruismo y honestidad.

Tampoco olvidemos que la llave está en el amor. Cuando éste no aparezca, no merecerá la pena. Contemplemos, oteemos, sin pérdida, pero sin ansia. Las cuestiones cruciales se han de tomar con sosiego. No perdamos de vista tampoco que, tras un día intenso, vendrá otro. Dejemos algo para ese mañana, sabiendo que cada jornada hemos cultivado la viña. Una cosa más: por favor, no temamos.


Juan TOMÁS FRUTOS.

domingo, 4 de octubre de 2015

La referencia

Fabriquemos un deseo
con normas,
con pláticas,
con imposiciones que nos lleven
desde libertades y genialidades
hacia la voluntad que nos hace
ser mejores personas.

Nos saldremos
con recuerdos nuevos, flamantes,
que nos invitan a aprender
que lo humano es la referencia.

El punto de partida,
lo sé, lo sabemos,
somos nosotros,
y, en paralelo, el mundo, todo.

Juan T.

domingo, 27 de septiembre de 2015

La jovialidad

Hace tiempo que aprendí que lo malo no conduce a ninguna parte fructífera. No procura beneficios, nunca. No hay más que “tirar” un poco de la historia para ver mil ejemplos de lo que suponen las nefastas conductas y la pésima fe en nuestros comportamientos generales y específicos. Al filósofo Blaise Pascal le preocupaba, como a mí, que a veces, que muchas, triunfe lo negativo. Cuando sea así, cuando surge lo peor, que es en más oportunidades de las deseables, lo que conviene es ponernos un trecho cronológico más amplio que ubicará al malhechor donde se merece, donde la historia acaba subrayando a los de su calaña. Eso nos dará fuerzas para ayudar a la mudanza que elucubramos y podremos contribuir con más destreza al cambio.

Hay emociones de todo tipo: algunas de las menos “sustentables” se prodigan en su margen peyorativo. Entre ellas hay una, sin lugar a dudas, más desesperante y diáfana en el rechazo, que es la impronta de esos eventos que descuellan en torno a los “hipócritas”, que los hay por doquier: rompen por acción y omisión, y protagonizan vidas paralelas a la oscuridad que caracteriza sus ideales y comportamientos escondidos.

Dicen querer y odian, dicen alegrarse y viciosamente envidian, prefieren no tener con tal de que otros no disfruten, y por eso se agazapan en historias mediocres y, cuando parecen en zonas o áreas más altas, están llenas de desasosiego por conservar lo que, en ocasiones, consiguen con dolor propio y ajeno. Experimentan  etapas y circunstancias que no son las suyas, aunque deben decir que lo son para representar papeles estériles que solo producen desdicha. Son seres ficticios, que, reiteradamente, detectamos pero que dejamos que avancen para evitarnos problemas. Erramos con esa postura.

Es, éste, todo el tiempo que quería dedicarles (a esos insanos), porque, en contraposición, hay amigos fundamentales que nos quieren a rabiar, que nos defienden a capa y espada, y que nos proponen explicaciones y dedicatorias que nos conducen por ratios y sendas maravillosas. De ellos aprendemos mucho. Fundamentalmente, nos enganchamos a sus excelentes personalidades, que tanto nos han brindado.

Ser hospitalarios, advertir y compartir la solidaridad, soñar y hacer realidad las sonrisas de los más pequeños, y de nuestros mayores, de la sociedad toda, es la primera-segunda obligación que hemos de ejercer, como recordaba Mario Moreno, a la par con los otros y, por supuesto, con nosotros mismos.

Libertad y amor

El cariño, como los buenos anhelos, como los gestos y los hábitos estructurales de mejora y de cooperación en libertad e igualdad, es el cimiento que nos construye en lo personal y en lo colectivo, haciendo patentes que las capacidades son inmensas, casi infinitas, para expandirnos por el firmamento de las ilusiones, tan básicas.

Hay estampas para todos los gustos: los placeres que hemos de fomentar son, precisamente, los que atañen a la verdad desde la intención loable y leal para los ecosistemas en los que nos inmiscuimos. Abonemos donde precisamos. Hemos de ser valientes para optar por los más acordes a nuestras perspectivas. Dejar hacer no es una buena política. Nunca lo es.

Hemos de acompañar los brillantes y provechosos fines con el decoro de la educación, de los actos de compañerismo y desde el entusiasmo por el mañana, en el que todos hemos de contar.  Nos debemos permitir volar para ver, para saborear con la óptica conveniente, para saber en qué consiste amar y ser amados sin medias tintas, sin dobladas atenciones, persiguiendo y tomando la jovialidad que eleva y distingue. No debemos pasar sin ella.


Juan TOMÁS FRUTOS.

domingo, 20 de septiembre de 2015

Mentiras

En la sociedad actual corremos demasiado de un lado para otro: nos movemos con unas prisas que son, sin duda, como dice el refrán, malas consejeras. Es una evidencia. Hay, además, una falta de coherencia, de cohesión, entre nuestros pensamientos y unos actos que brotan de destinos sugerentes, pero que no siempre indagan donde deben y como deberían hacerlo. Rechazamos posibilidades.

El conocimiento, quizá por las celeridades, puede que por el hartazgo, por las distancias, por la falta de medios, por las saturaciones, por los silencios, por hablar de más, por todo, por nada, nos ha llevado a una apariencia, en multitud de ocasiones, que fragmenta la realidad misma. Se produce así una distorsión que admite difíciles remedios.

Con certeza podemos decir que proliferan las medias verdades, que son las peores mentiras. Lo malo no es cuando esto sucede de manera espontánea, que no es lo deseable, por supuesto, sino cuando de manera intencionada decimos ideas o pretendidos hechos que carecen de destellos principales o accesorios y que nos dificultan el análisis y el discernimiento.

“Peor que hubiera ocurrido es que lo hubieras deseado”, sentencia el legendario Rob Roy.  Inquietantemente nos encontramos con gentes que anhelan, en función de sus intereses personales, una derrota o pérdida de los otros. Incluso los hay que fingen o que dictan resoluciones u opiniones a sabiendas que han leído las frases por la mitad, desde un sesgo que diáfanamente inutiliza esa persecución de la veracidad que pregonan expertos y filósofos en su apuesta por la felicidad.

Determinan algunos “apreciar” sin tener a nadie cerca, o indican, genéricamente, un cierto hastío para no reconocer su egoísmo o envidia. Otros se muestran cansados para no subrayar su pereza. Los hay que descuellan lo equivocado para no evocar sus diferencias y penalidades. Reseñemos, igualmente, aquellos que, para representar a muchos, desempeñan o enarbolan papeles distintos, poco comedidos, improvisados, para los que no están preparados: en su superficialidad aprendida interpretan engañosos caracteres que enturbian las miradas y las relaciones. Son capaces de hacer todo.

Los que albergan esta actitud son peligrosos. Lo sabemos, pero, a menudo, andamos con miedo al que harán o al que glosarán, constatando que estamos educando una sociedad demasiado permisiva con actitudes “sonrojantes”. Dejamos que el mercado, como decían los liberales, se regule por sí mismo, cuando experimentamos que es crucial la intervención de la ley y de la justicia para que no se propaguen actuaciones viles, ruinosas y cobardemente estériles. Hay quienes quieren ganar todas las carreras con una amplia ventaja, y hasta con trampas. En muchas oportunidades los detectamos, y nos engañamos con nuestras omisiones no rentables.

Entre decisiones

Todos tenemos “un vuelva usted, o tú, mañana”, o un “lo voy a intentar”, o puede que incluso “un estoy contigo”. Vemos que, llegado el momento, se calculan las fuerzas y, desde su quehacer ventajista, te dejan (¿abandonan?) donde nunca quisiste estar. La soledad es una mala compañera, pero no es tan pésima si sabemos sacarle el partido de la verdad y con un propósito de enmienda.

Cada ser humano pasa por coyunturas que le hacen tomar decisiones que podemos tildar de límites y no siempre ponderables en positivo. Eso se entiende, pero lo que no se comprende es que se perpetúen en el tiempo o incluso percibiendo a priori un beneficio respecto de los demás que podemos calificar de “aprovechamiento”.

Por otro lado, como la fortuna a veces sonríe, tengamos en cuenta que los premios, las situaciones de buen tino, nos han de servir para ganar tiempo con el afán de merecerlas completamente. Convendría admirar lo óptimo así en un universo que se complica desde lo más nimio en pos de protagonismos vencidos.

Ganar todo el oro, un cargo, una posición, un galardón, un deseo que otros ansían mudando y oscureciendo los objetivos primordiales, con un “todo vale”, con ese “fin que justifica los medios”, nos ha llevado, en muchos territorios, a una comunidad hostil que se pervierte y paraliza.

Aunque solo sea porque los “beneficios” no son tales, como observamos en el medio o largo plazo, cambiemos el perfil y seamos más honestos. No olvidemos tampoco que los silencios no son rentables y que cuando comportamientos minoritarios se imponen desde la carencia de pudor hay una responsabilidad en la mayoría que mira hacia otro lado.

La hipocresía y las mentiras, a veces vestidas de etiqueta madura y sensata, no son itinerarios de futuro. El punto de crisis en el que estamos, que, fundamentalmente, es de valores, nos debería conducir a corregir posiciones, como dicen los que viven de lo financiero, y hacernos un “hueco” donde aún existe la dicha. Después de todo, ¿para qué hemos venido hasta aquí?


Juan TOMÁS FRUTOS.

sábado, 19 de septiembre de 2015

Felicidad

Encuentras lo que buscas:
nos vemos
en ese panorama
que es dibujo y escenario
por donde vamos a pasear juntos
durante siglos.

Anexionas lo que parece,
y somos en el desarrollo
de una sonrisa.

Los años nos regalan
deseo, belleza,
y mucha, mucha, felicidad.
¡No puede haber mejor encuentro!

Juan T.

Para darnos lo mejor

Creo en tu espíritu. Nos subimos al escenario que nos llena de creencias en nosotros mismos. Nos vivimos con emoción.

Nos vemos con recuerdos que nos aclaran hacia dónde podemos marchar. Hemos tocado con ausencias que nos mueven hacia el mar.

Nos imaginamos con suertes que nos recrean en lo cotidiano. Hemos resuelto muchas dudas. Nos comentamos.

Las crisis nos permiten superar una serie de obstáculos que nos caracterizan con lo que basta y es. Nos aliviamos.

Hemos reseñado salidas con voluntades de pasión. Cambiamos para darnos todo lo mejor. Hemos sido en la responsabilidad.


Juan TOMÁS FRUTOS.

Besos

Te tomo prestado el deseo,
lo multiplico,
y, con tu rostro dichoso,
afronto el día
con la gran meta conseguida.
¡Recibe todos los besos posibles!

Juan T.

domingo, 13 de septiembre de 2015

Volverán

Pactas y eres en ese embrujo que nos llena. Hemos departido lo esencial en minutos de amor. Nos hemos situado lejos y cerca. Todo es paralelo.

Nos acechamos. Hemos hallado motivos. Nos consideramos. Nos aplicamos a los seres mágicos. Nos hablaremos.

Hemos triunfado. Los deseos se desarrollan con vueltas a los planos más hermosos. Hemos consentido. Somos en trayectos que nos aplican buenos remedios.

Bajamos para estar. Nos prestamos apoyos reales. Iremos donde sea. Nos determinaremos con fines de amor.

Nos reservamos ya. Hemos triplicado los anhelos. Las elucubraciones son máximas. Hemos pedido todo. Los que fueron volverán.

Juan TOMÁS FRUTOS.

Palabras y hechos

Abrazo tus sueños:
nos vemos
con deseos que compartimos
con miradas de siempre.

Nos hemos confiado
el destino no prometido.
No vamos a defraudarnos.
Querremos, seremos,
y podremos.

Nos dedicamos a estar,
porque nos entendemos
y estimamos hasta el infinito,
y a ser
con objetivos marcados
para hallarnos
en el instante clave.
Ya ha llegado.

Abrazo y soy.
Las siguientes palabras
y hechos consumados
son tuyos, solo tuyos,
por y para siempre.
Ya veo esos sueños.

Juan T.

miércoles, 9 de septiembre de 2015

A los escondidos

No me importa romperme,
en un día ya roto de tanto bregar
en el vacío y la incomprensión.

No me importa perder,
quedarme en esa nada
que nadie quiere,
de la que huimos los poetas.

No nos gusta la oscuridad,
que llega en jornadas
de violencia en fronteras 
de lápiz y cartón, artificiales, 
en un sempiterno dolor,
en la pena que nos atraviesa
tras un sacrificio inexplicable.

No me importa, ni me importará,
que me golpees, 
que me pongas el pie, la rodilla,
la pierna entera, tu cuerpo,
millones de cuerpos 
con armas que disparan
y rompen, 
y me rompen otra vez.

No me importa, digo,
si con eso te descubro.
La sintonía de la Historia
lleva años de persecución y de pena,
por desgracia para todos.

Los míos, los últimos, 
hemos estado siempre entre los elegidos.
Lo supimos desde el instante mismo
del nacimiento, en el trayecto vital,
y ahora sigo con mi destino a cuestas,
y con mi hijo,
también devorado.

Digo por decir que no me importa,
a pesar de que mucho me duele,
aunque quedo con la satisfacción
de tu salida al pasillo,
al ruedo, a la sonoridad de la luz,
que descubre tus signos negativos.

Hoy he caído,
y conmigo lo más preciado,
mi sangre, mi carne, mi hijo,
y, con nosotros, tú,
descubierta por tus propias armas.

No hablo de compensación,
pero sí de equilibrio, de sones
que por poco aparecen acordes.

Lo pésimo es que quedan muchos
más cómo tú,
que hemos de atajar y de neutralizar.
La labor es ardua.

¡Malditos los que andáis escondidos!


Juan Tomás Frutos.

Demasiadas infamias

La vida, como la muerte, nos rodea como las gotas del océano a los peces. Son presencia y razón de ser dentro de lo inexplicable de la una y la otra en numerosos trances de nuestro devenir. A pesar de las distancias y equívocos, justifican todo, y, a veces, incluso logramos explicar lo que permanece en puntos colmados de incertidumbres y de ciertos vacíos.

Porque es el pan de cada día, porque es el inefable supremo, la vida, como la muerte, la parca como la historia existencial, sus desarrollos, precisan respetos y entendimientos basados en la universalidad de los sentimientos que todos convenimos como válidos, desde el amor hasta la solidaridad, pasando por la justicia, y la igualdad, sin olvidar jamás la conveniente fraternidad de personas y pueblos.

Señalamos estas reflexiones en momentos en los que vemos que pueblos enteros migran y miles de personas perecen, y ello en un sistema de desequilibrios que nos rondan desde los aspectos más internos, nublándonos y dejándonos un tanto a la intemperie.

La saturación del dolor, como cuando se da un exceso de alegría, nos distancia de lo nuclear. Recordemos que estamos convidados a la felicidad desde la unión de intereses y anhelos, que hemos de compartir con programaciones y desde la espontaneidad.

Tenemos mucho tiempo, pero éste posee, por desgracia, la virtud de que no admite retornos. No bebemos del mismo agua dos veces. “Todo fluye”, como decía Heráclito. No es cuestión de zozobrarse, pero sí de ponderar lo que tenemos cerca y de encumbrarlo a los criterios de los que aman por encima de todo, que son dignos de cielos y tierras, según rezan (nunca mejor indicado) ciertas religiones.

Es reseñable y entendible que los análisis no son, ni deben ser, unívocos. Cada cual tiene su perspectiva, pero sí hay unos cánones éticos y estéticos en los que debemos concordar cuando meditamos acerca de buena parte del imaginario y de la realidad de aquello que tiene que ver con lo humano. Las insistencias desbordantes producen desinformaciones. Por ello cuando nos embarcamos en puras miserias y tragedias corremos el peligro de pagar el peaje de las oscuridades de los posibles destinatarios, que ven los perennes acontecimientos como perfiles de historia, y, lo que es peor, como algo inevitable.

Afán de superación

Todo lo pésimo debería ser superado. No es de recibo que se repitan aquellas cuchilladas que nos pega el “fatum” en nombre de unos cuentos cíclicos por las contradicciones del género humano. Las desigualdades no son unas sanciones que hemos de abonar en forma de dosis o de porcentajes numéricos. No es cuestión de matemáticas, sino de actuar con escrúpulos. Detrás de tanta pena hay personas como nosotros, con las que tenemos que “empatizar” para, en ese recorrido, impedir que sus muertes o pesares nos fragmenten o ahoguen indefectiblemente con las coyunturas que ellos viven y que, entre todos, consentimos constantemente.

Cuidemos, por ende, las vidas humanas como lo que más estimamos. Si no lo demostramos fehacientemente, nos perderemos en un laberinto que antes o después nos devorará a través de ese Saturno que hemos creado en forma de economía global con tropelías y tronos que deberían darnos vergüenza si intentáramos saber un poco qué y quiénes provocan este estado caótico que fecunda medios de comunicación y programaciones como si fuera un mecanismo imparable.

Disfrutar de la vida no es únicamente llegar a final de mes de la mejor manera posible. Debe ser brindar importancia a que los demás también puedan realizarlo. No es cuestión de hallar culpables o responsables, que también, sino de poner remedio. Si oteamos el pasado, incluso tan sólo el reciente, veremos que hemos tolerado demasiadas infamias.


Juan TOMÁS FRUTOS.

lunes, 31 de agosto de 2015

Mucho tenemos

Blanqueas
con besos que lucen.

Nos hemos empeñado
en ubicarnos donde queremos.

Ya estamos más que listos.
Preguntamos
y nos exponemos
a la pasión,
que nos anima.

Hemos diseñado
lo perfecto con un amor ideal.
Nos damos mucho,
y mucho tenemos.

Juan T.

domingo, 30 de agosto de 2015

Responsabilidad

No hay nada que tenga más valor que la vida: hablo de la existencia de la Naturaleza, que, obviamente, incluye al ser humano, como referencia de todo lo creado. No aludo, no quiero al menos, a un sentido dogmático o religioso. Gloso la relevancia de estar, de poder, de intentar, de seguir, de compartir, de ser feliz.

Cuando uno ve los lamentos de otros, de compañeros nuestros de viaje, que son heridos, maltratados, fastidiados, rotos, dejados en soledad, muertos incluso, discriminados..., cuando los observamos desde las pantallas de nuestro televisor, e incluso a veces por los laterales de nuestras historias, no terminamos de comprender qué es lo que pasa. Todos somos iguales en el Ecosistema, ¡pero hay tantos y tantos que son relegados en función de su condición, de sus circunstancias, de su suerte... mala!

Nada de cuanto sucede, se suele decir, no es ajeno. Todo repercute alrededor, en nuestras estancias o en otras próximas, procurando o evitando, cada evento, que acontezca lo que define fundamentos y accesorios que complementan y contextualizan lo que es y/o lo que será.

En ocasiones parece como si las vidas fueran paralelas, sin explicaciones, sin conexiones entre sí. Nos equivocamos con tal percepción, como la Paloma, confundida por gritos y desesperanzas, por ruindades y anhelos que nos debilitan y fracturan haciendo que el sistema, en verdad, no resulte.

Es como si no supiéramos, como si no quisiéramos aprender, que sólo juntos hay futuro, que únicamente en la unión se encuentran valores y fuerza. No detectamos que las esencias están en dejar ejemplos y no economía en exclusiva. Es comprobable que el dinero mueve la investigación, la educación, la generación de más riqueza, los avances, pero, al tiempo, debe tenerse en cuenta que el fin primordial es el ser humano y el conjunto de un Planeta que nos viene prestado durante el corto itinerario en el que estamos en él.

La medida de todo es la persona y los seres que cohabitan con nosotros. No hay nada que justifique el dolor y la multitud torpezas que nos envuelven con sábanas oscuras. El porqué y el para qué hacemos ciertas actividades han de ser las cuestionadas premisas de los deberes cotidianos. No siempre dedicamos unos minutos a ello, esto es,  a analizar lo que realizamos

Se desarrolla mucho, bueno y malo, bello y opaco, con premura y sin ella, básico y prescindible. Hemos de perseguir ese maravilloso equilibrio que siempre consiga decantarse por la vida y lo óptimo, por el triunfo del bien. Aunque los avances sean cortos y lentos se han de gestar y llevar a cabo. El salario cosechado es la felicidad.

Por un mundo mejor

Frente a la cara de los atropellos que divisamos cada día, prefiramos hallar, en las mismas situaciones, a los auténticos héroes, la mayoría anónimos, que luchan por un mundo mejor, más leal. Sin ellos nada tendría una interpretación aceptable. ¿De qué nos sirve todo el oro del mundo, toda la sabiduría acaparada, si no nos empleamos con un sentimiento de caridad hacia los últimos? No todo se puede comprar ni pagar, y es bueno que sea de esta guisa.

Por ende, a modo de corolario, y sin ánimo de acotar desde un cierto sesgo los acontecimientos, resalto lo que recientemente escribí:

“¡¡¡Dios (como quiera que lo concibamos, pero siempre como símbolo de Paz y de Amor) bendiga a los que cada día se juegan la vida por salvar a quienes vienen a Europa (o a otras partes de la Tierra) en busca de un mundo mejor!!! De ellos es el Reino de la bendita Locura de estar aquí. No tiene, la existencia, más sentido que el prójimo”. Son un ejemplo, pero hay miles, por fortuna, como estrellas en el firmamento.

El que piense otra cosa que sepa que no está en el partido, y, aunque lo gane, más pronto que tarde lo perderá, y con él nos arrastrará a los demás. ¡Fíjense que responsabilidad!


Juan Tomás Frutos.

De nuestro lado

Tenemos suerte
de dar con este día
en el que jugamos
a vivir.

Los dos conocemos
las reglas,
pero hemos decidido suavizarlas
para ser felices
sin hacer daño a nadie.

Nos hemos incluido
en la rueda que nos lleva
a la costa de la tranquilidad.

Nos preguntamos mucho.
Damos respuestas ciertas
regalando promesas útiles
que ya comenzamos a hacer realidad.

Confiamos.
La suerte está de nuestro lado.

Juan T.

miércoles, 26 de agosto de 2015

El mejor estado

Comencemos la faena, tras cada amanecer, sin imitaciones, siendo nosotros mismos, en un juego que nos aclare los verdaderos conceptos con los que crecimos y queremos continuar, que tienen mucho que ver con la globalidad del amor, que todo lo puede. Recordar esto es muy importante. Los planteamientos de partida han de ser sólidos.

Imaginemos unos sueños de concordia que se cumplan. Estemos en la línea de antaño. Nos regalaremos caramelos en forma de sentimientos que multiplicaremos con querencias absolutas. Seamos con lustre. El brillo supone tiempo, y, a menudo, un cierto sacrificio, para su obtención.

Es el día, y cada vez hay más jornadas de este tipo, pero, ante todo, seamos nosotros los que interpretemos lo que ocurre. Subrayemos lo que valemos con posición de ventaja: ésa es la actitud. El optimismo nos envuelve de hermosura. Lo maravilloso, siempre ahí, debe ser captado.

Contemplemos con lucidez. Tenemos alrededor al mejor plantel de amigos, y eso es siempre de agradecer. Nos sonreiremos con toda la empatía posible y continuaremos por veredas y por recodos que nos muestren qué efectuar en cada etapa. Tenemos mucha suerte. Investiguemos en las opciones, en los enseres, en todo cuanto nos salpica, para corroborar los tesoros que albergamos.

La belleza de los geniales estadios, variopintos ellos, se traduce en ansias de existir, de progresar. Hablemos de lo que sucede: lo ideal es cuando ocurre algo magnífico y lo sabemos valorar, cuando estamos en paz con la naturaleza, que nos brinda lo más sencillo. Hay mucho que ponderar. Seamos sensatos.

Reinventarnos

Los fines, cuando son buenos, fáciles de ejecutar, nos implican en esos procesos que nos regalan la subjetiva objetividad de ser para dar a continuación con esas llaves que abren el tiempo y el espacio para no perder lo más preciado, que es aprovechar los diversos derroteros, es decir, la propia historia. Los conceptos nos han de reinventar en la universalidad del respeto, de la admiración, del cariño. Con ellos podemos emprender el periplo más peculiar y fantástico.

Nos hemos de convertir en lo mejor de cuanto experimentamos, siendo devotos de la belleza; y, en esa representación de contento, nos otearemos como ingentes aspiraciones sin réplicas o similitudes inútiles o instrumentalizadas, desde el interior, con fundamentos, y, con toda la armonía posible, como acontece en el anticipo de hoy. Jugaremos a estar bien, a experimentar el mejor estado. Los resultados ya parecen apetecibles. ¿Gustan?


Juan TOMÁS FRUTOS. 

lunes, 24 de agosto de 2015

Pide

Pide tiempo,
que te lo daré
en forma de libertad
y de opciones
para compartir
ese futuro
con el que soñamos,
y que ahora se hace realidad.

Pide tiempo,
que no nos faltará.
Pide, y verás.

Juan T.

domingo, 23 de agosto de 2015

Saber vivir

Saber es vivir.
Todo va deprisa,
y por eso debe ser aprovechado
a vista de pájaro,
a ras del suelo,
con medidas, sin grandes tropiezos,
sin hacer daño,
ofreciendo, siendo uno mismo,
queriendo, siguiendo
los pasos de los grandes maestros,
velando por los sueños,
que se han de cumplir.

Conocer es parte
del proceso de la vida,
que nos trae ocasiones
y fronteras sin disimulo.
Las hemos de superar.

Intentemos sacar partido
de cada minuto, de cada segundo,
sin alzar grandes espumas,
configurando anhelos
que sean cómplices,
sin fastidios ni sacrificios inútiles.

Vive y sé tú,
y procura dejar
un poco más que hallaste.
Eso es saber.

Juan T.

sábado, 22 de agosto de 2015

Complejidad menor

Comandemos la vida desde la toma de decisiones autóctonas. No malgastemos los tiempos de antaño sin hacer de nosotros la felicidad anhelada.

Nos hemos de convocar para ser felices, para dar con los elementos maestros que nos sostengan. Hemos de adivinar más.

Lo que fue mejor nos ha de conducir por aspectos llamativos que nos deben organizar desde la credibilidad.

No podemos quedar en influencias singularmente medias. Los intereses nos han de conducir por verdades de entereza bella.

Nos tomaremos el mundo en serio, y, a la vez, en broma. Iremos donde sea menester. La complejidad hoy es menor.

Juan TOMÁS FRUTOS.

Colmada

Pide amor,
y amor te daré.

Regálame sentido,
y sentimientos te devolveré
multiplicados por las estrellas
de un cielo
que nos pertenecerá.

Reclama instantes
de felicidad,
y te repartiré toda la mía,
que sé que lo que se entrega
se recibe con creces.

Pide, y recibirás.
Te verás colmada,
y yo contigo.

Juan T.

Toda la vida

Te creeré toda la vida. Después ya veremos.

Juan T.

viernes, 21 de agosto de 2015

Comprensión y entrega

Te comprendo perfectamente
en esta locura
que me aconseja desatarme
con tonalidades gratas.

Nos insistimos
con las calmas
que nos consienten
con volúmenes
de amores eternos.

Nos gustamos
y nos apaciguamos
con resortes de querencias hondas,
densas, que tocan
lo que somos,
que nos invitan a soñar.

Nos entendemos
y somos en la trayectoria
que nos prefiere.

Hemos rozado ese fondo
que nos alimenta
con dones especiales
que tratan
de complacer y de llegar
donde nos hace falta.

Supongamos
que podemos mucho
y entendamos
que hemos de ser dichosos
en una entrega absoluta, total.

Juan T.

lunes, 17 de agosto de 2015

Milagros en hechos sencillos

Pedimos a menudo milagros sin involucrarnos en ellos. Lo primero, no lo olvidemos, es creer, y a continuación hemos de contribuir a su expresión y fijación con actuaciones que permitan que lo que deseamos fragüe. La angustia o el deseo con manos caídas no ayudan a que suceda lo aguardado. La acción es básica.

Reclamamos constantemente que los acontecimientos sean de contento sin mirarnos al espejo para ver si esbozamos, nosotros también, unas sonrisas con las que acompañar a propios y extraños, y, ante todo, a los mismos espíritus en los que decimos confiar.

El amor que demandamos comienza por uno mismo: eso supone, sin rodeos, esfuerzo, aunque no lo digamos en todo momento. Los planteamientos son como son. Para no repetir las historias hemos de mudar las imposturas que entre todos nos regalamos. Transformemos el contexto.

Vivir aniversarios de derrota no es un hábito óptimo. Seamos razonables, fundamentalmente con las vidas más importantes, las nuestras y las de los seres queridos. La búsqueda de la felicidad es un anhelo objetivo-subjetivo que hemos de ponderar.

Los consuelos nos vienen más, y así hemos de resaltarlo, de la circunstancia constatable de, al menos, procurarnos ciertas metas, si bien no han de conseguirse, de manera exclusiva, para que estemos a gusto. Movernos sólo por fines implica una cierta zozobra, pues acabamos justificando lo cotidiano en función de triunfos, que no siempre son factibles. Lo relevante es intentarlo. No estamos obligados a más, si acaso a persistir.

Tratemos de vivir en lo palpable, en lo que nos roza y nos brinda oportunidades de distinguir lo que nos conviene y lo que no. Respetemos los valores y seamos consecuentes con los compromisos por los que hemos pugnar cotidianamente. Nos hemos de inspirar en los buenos ejemplos, que existen, que nos conmueven, que nos insisten con relaciones de amor.

No hay vida mejor que la sencilla, aquella que nos traslada por universos de sueños que, por útiles y cercanos, se pueden cumplir. La correspondencia para que se efectúen conlleva agrado e implementación en la búsqueda de la razón de nuestra dimensión. No expongamos al vacío cuanto somos.

El universo en el que creemos

Hemos de intentar avances que nos arreglen el cosmos en el que confiamos, que se desarrollará con nosotros, en la complacencia finita. Los progresos han de tener en cuenta, con firmeza, el bienestar común. No sirven esas carreras que no conducen a parte alguna, y que, cuando lo hacen, nos dejan más solos que nunca. Los éxitos, aunque sean anónimos, han de ser mancomunados.

La existencia, como sabemos, se explica y hasta se justifica en los hechos más sencillos. Por eso los hemos de percibir de una manera especial: debemos mimarnos con ansia, con delicadeza igualmente, sabiendo que son, esas costumbres, cimientos de porvenir. Es bueno, para que tengan valor, que los llevemos a cabo con otros eventos similares y con personas que nos quieran y a las que demostremos, constantemente, nuestra devoción. Eso, cuando se mantiene meses y años, sí que es un milagro, de los genuinos, claro.

Juan TOMÁS FRUTOS