sábado, 28 de febrero de 2015
Renovación
Encendamos la vida,
con mechas diferentes,
pues en la variedad
está el gusto.
Procuremos existir de verdad,
buscando la comodidad
que nos permite ecos de amor
convertidos en la realidad.
Nos hemos de facilitar
la exactitud y el anhelo esencial
del cariño
con consecuencias de orgullo
profundo, singular.
Experimentemos todos los poros
de la vida
con la regularidad
que nos salva.
Dispongamos todos los instrumentos
y conceptos que no obligan.
El amor se expande.
No olvidemos
que no vive de reservas.
Hay que agotarlo,
y, si es de verdad de verdad,
se renovará.
Juan T.
domingo, 22 de febrero de 2015
Sencillo
Nos convencemos
del amor hermoso
porque lo es,
y lo sabemos
porque lo sentimos,
y, claro, nos convencemos.
¿No es así de sencillo?
Juan T.
sábado, 21 de febrero de 2015
He aprendido
Generas deseo,
y yo trato de motivarlo,
cuando en realidad
lo que sentimos
está por encima de todos los cielos.
He aprendido.
Juan T.
viernes, 20 de febrero de 2015
¿Tal vez sí?
Sabemos
qué es el amor
el que nos toca,
porque nos estimamos
con estímulos cortos
y largos,
con presencias y declaraciones
de estandartes intangibles.
Estamos locamente unidos,
y por eso es amor,
y lo sabemos,
y lo decimos.
Nos queremos
en lo sencillo,
por siempre,
sin esperar remedio
ni nada a cambio.
Hemos desayunado
hasta sin vernos,
y nos hemos percibido
sin tocarnos.
Estamos en contacto
rozándonos la piel
que no contemplamos.
¿O tal vez sí?
Juan T.
miércoles, 18 de febrero de 2015
Ahí seguiremos
Complementamos
el amor con más amor
y despertamos en la noche
que ya no lo es.
Nos identificamos
con caricias que responden
con besos y entregas
que nos llevan a existir.
Expresamos
cuanto portamos hacia un interior
que nos hace viajar
al puro infinito,
que nos libera.
Somos la razón de una vida
que es alternativa
y afán por lo mayor.
Nos continuamos
hasta el principio,
que es fruto de un ciclo.
Nos damos todo.
Somos medida,
que no mesura ni prisa.
Nos engrandecemos.
Y ahí seguiremos.
Juan T.
domingo, 15 de febrero de 2015
La razón del amor
Sepamos
el porqué del amor,
hacia dónde nos lleva,
sus intereses,
las fórmulas que funcionan,
las que no,
los objetivos
que le mueven,
las alturas desde las que mira,
los elementos cercanos,
también los que deberemos alejar.
Sepamos de sus hermosuras,
de sus bellezas,
de sus protagonismos,
de los aleteos
que nos transportan
al inicio y al final,
y vuelta a empezar,
en un eterno ciclo.
Averigüemos
los criterios y los silencios
que tanto nos aclaran
y sepamos las verdades
que nos han de alzar
con un sí manifiesto,
presto a alimentar un contento
que siempre, por amor,
será verdadero.
Conozcamos si hay amor,
y, si lo hay,
experimentaremos la jovialidad
y el equilibrio más sensato y sincero.
Sepamos del amor,
que es nuestra razón de ser,
la razón.
Juan T.
sábado, 14 de febrero de 2015
Prometemos y cumpliremos
Nos hemos de soñar con los corajes de una juventud que no hemos de abandonar ni consentir que lo haga ella. Debemos aliarnos.
Pidamos encuentros que nos inviten a permanecer con descripciones diáfanas. Miremos donde debemos, lo que anhelamos.
Nos hemos de situar con brillos de sensaciones singulares. Observemos los pajaritos que nos hacen ponernos de acuerdo.
Nos hemos de preparar para una vida que se ha de terciar maravillosa. Nos ahorraremos tiempo con destinos interesantes.
Nos dedicaremos a aprender. Nos caeremos y nos levantaremos con brotes mansos. Nos esforzaremos. Prometemos y cumpliremos.
Juan TOMÁS FRUTOS.
Tanto como tú
Te se enamorada,
y por eso me siento tan feliz.
Uno desea amor
para los que quiere,
porque el cariño se multiplica
y mejora el universo
y sus circunstancias.
Se qué quieres,
y cómo,
y puede que hasta el porqué,
y comulgo con tus sentimientos,
que comparto
de manera plena
porque colman y completan
en cuanto soy y en lo que busco.
Te sé enamorada:
me experimento contento
por mil razones,
sobre todo por mí,
y porque estaré a tu lado.
Es mi propósito,
si me dejas, si me sabes,
si me reconoces.
Te sé muy enamorada, sí,
del mundo, de su ecosistema,
de lo que eres, de tus deseos,
de los que compartimos,
de los que vienen, de los que serán.
Me congratulo por descubrirlo
en esta parada y en otras
que nos conducirán por doquier
con una maestría extraordinaria.
Tienes el don de la dicha,
de la concordia que la antecede,
de la solvencia solidaria,
de la estima, del altruismo,
de la querencia transversal.
Te recuerdo, y te saboreo
mientras te sé enamorada.
Me responsabilizo
en este equilibrio por el presente
que te salva.
Todo ha sido perfecto.
Superas los sueños más gratos.
El equilibrio asoma,
y te cuento que estoy en ese punto
en el que me concibo extraordinariamente
porque, ¿sabes?, yo también estoy,
con tu permiso,
muy enamorado, mucho,
tanto como tú.
Juan Tomás.
y por eso me siento tan feliz.
Uno desea amor
para los que quiere,
porque el cariño se multiplica
y mejora el universo
y sus circunstancias.
Se qué quieres,
y cómo,
y puede que hasta el porqué,
y comulgo con tus sentimientos,
que comparto
de manera plena
porque colman y completan
en cuanto soy y en lo que busco.
Te sé enamorada:
me experimento contento
por mil razones,
sobre todo por mí,
y porque estaré a tu lado.
Es mi propósito,
si me dejas, si me sabes,
si me reconoces.
Te sé muy enamorada, sí,
del mundo, de su ecosistema,
de lo que eres, de tus deseos,
de los que compartimos,
de los que vienen, de los que serán.
Me congratulo por descubrirlo
en esta parada y en otras
que nos conducirán por doquier
con una maestría extraordinaria.
Tienes el don de la dicha,
de la concordia que la antecede,
de la solvencia solidaria,
de la estima, del altruismo,
de la querencia transversal.
Te recuerdo, y te saboreo
mientras te sé enamorada.
Me responsabilizo
en este equilibrio por el presente
que te salva.
Todo ha sido perfecto.
Superas los sueños más gratos.
El equilibrio asoma,
y te cuento que estoy en ese punto
en el que me concibo extraordinariamente
porque, ¿sabes?, yo también estoy,
con tu permiso,
muy enamorado, mucho,
tanto como tú.
Juan Tomás.
El amor de cada día
Es sencillo felicitar en nombre del amor. Con su denominación se ha efectuado de todo: bueno, regular y no tan óptimo. Lo deseable, no obstante, es que el cariño sea verdadero, que lo sintamos, que lo experimentemos, que nos transforme en positivo.
Mi meta es que amemos, que nos mejoremos, que nos presentemos cómplices del destino, que nos hallemos interiormente, y que sepamos que, por encima de todo, está el ser humano, que ha de medir los derroteros cotidianos.
Hoy, dicen, es el Día del Amor. Yo deseo que cada instante de nuestras vidas estemos enamorados al completo y de cuantos más mejor: de nosotros mismos, del trabajo, fomentando la salud, persiguiendo que tengamos, todos/as, lo mínimo para la dignidad personal y societaria, y dando, en paralelo, con esas caricias que nos procuran la dicha mesurada y también altiva.
Mi anhelo es que jamás nos falte el amor. Mi consejo es que lo abonemos sin esperar nada a cambio. ¡Buen día!
Juan Tomás Frutos.
lunes, 9 de febrero de 2015
En el amor mismo
Recurro a ti con una voluntad que me propone seguir por sendas que nos animan a vivir en la paz de los ancestros.
Seguimos por recorridos que nos proponen ansias de pura libertad. Nos hallamos con motivaciones que nos conducen por reservas claras.
Hemos dado con la realidad. Nos seguimos. Nos hemos impuesto querencias. Nos sabemos. Nos declaramos. Hemos sido, y volveremos a vernos.
Nos promocionamos con claridades que nos rastrean el corazón. Nos abrimos al universo. Hemos sido entre memorias que nos hallan.
Nos presentimos. Hemos otorgado sensaciones que están donde deben. Nos incrustamos en el amor mismo.
Juan TOMÁS FRUTOS.
Seguimos por recorridos que nos proponen ansias de pura libertad. Nos hallamos con motivaciones que nos conducen por reservas claras.
Hemos dado con la realidad. Nos seguimos. Nos hemos impuesto querencias. Nos sabemos. Nos declaramos. Hemos sido, y volveremos a vernos.
Nos promocionamos con claridades que nos rastrean el corazón. Nos abrimos al universo. Hemos sido entre memorias que nos hallan.
Nos presentimos. Hemos otorgado sensaciones que están donde deben. Nos incrustamos en el amor mismo.
Juan TOMÁS FRUTOS.
domingo, 8 de febrero de 2015
Somos excelencia
La Luna nos aclama
con sus pasos dorados,
y nos enseña a amar
incluso en los albores del día,
aportando sabores y aromas silentes
que siempre nos regalan afabilidad.
Lleguemos donde sea menester
con la voluntad superada,
no herida,
presta a corregir los intereses
con brumas y sensaciones nuevas.
El amor sana.
Hagamos caso al destino,
que nos susurra al oído
y exclama buenas perspectivas.
Preñamos de apetencias
los aires de unos deseos
que nos definen
en la juventud misma,
dándonos salubridad.
Somos excelencia,
siempre excelencia,
y todo gracias al amor.
Juan T.
sábado, 7 de febrero de 2015
Nos construye el amor
Crezcamos de corazón
y demos intensidad al día,
que está reservado
por y para nosotros
con la suficiente empatía
y con ganas de amar.
Nos acercamos.
Hemos de desarrollar
la sensación de estancia
en el punto de lo absoluto,
que nos debe embarcar
en las maravillas
de una creencia en el presente
y en todo el futuro
de lo posible e imposible.
¡¡¡Es maravilloso estar vivo!!!
Incrementemos los deseos
que surten numerosos efectos
positivos e ilusionantes
en la verdad misma de compartir
cuanto somos,
lo que podremos ser igualmente.
Vivamos lo específico
y sepamos que el amor
nos construye más y mejor.
Por supuesto, no lo olvidemos,
hemos de contribuir.
Juan T.
y demos intensidad al día,
que está reservado
por y para nosotros
con la suficiente empatía
y con ganas de amar.
Nos acercamos.
Hemos de desarrollar
la sensación de estancia
en el punto de lo absoluto,
que nos debe embarcar
en las maravillas
de una creencia en el presente
y en todo el futuro
de lo posible e imposible.
¡¡¡Es maravilloso estar vivo!!!
Incrementemos los deseos
que surten numerosos efectos
positivos e ilusionantes
en la verdad misma de compartir
cuanto somos,
lo que podremos ser igualmente.
Vivamos lo específico
y sepamos que el amor
nos construye más y mejor.
Por supuesto, no lo olvidemos,
hemos de contribuir.
Juan T.
El compromiso
Hay mañanas en las que uno surge de la nada, o puede que de todo, y se pregunta qué hacer, hacia dónde ir, qué esperar o qué modificar incluso. Son mañanas, que llamo yo, de "aparente tránsito". Luego resulta que el trámite no es tal. Cada jornada es importante, tiene su relevancia, tiene sus esencias, y, en este sentido, es consecuencia de lo que fuimos y un avance de los pronósticos futuros.
Supongo, me digo, que se trata de dudas, de imprecisiones: son descansos que, con intención o no, nos tomamos para ser nosotros mismos, o probablemente sin ningún afán determinado. Hay "vaguadas" que nos sirven para optimizar, para mirar de otra guisa, para interpretar, para surgir en la fe de unos corazones que se experimentan mancomunados, a menudo sin saberlo.
Es el caso, por unos efímeros y eternos instantes, de esta mañana, que nos trae a colación cómo fue la semana. Los derroteros, con sus "martilleos y nanas", no han sido ni malos ni buenos, no en sus valores absolutos. Han sido sencillamente, y hemos procurado que aportaran felicidad y destellos de bondad conducentes al amor. El contento viene de que algo interesante hemos cosechado.
Será así porque, mientras andamos absortos, la vida sigue fluyendo, por fortuna. Y en ese río vemos a amigos maravillosos, a gentes conocidas de las que aprendemos, a vecinos con los que nos hablamos, y sonrisas que nos hacen explicarnos la dirección emprendida. Estamos en el punto: lo humano es la medida de todas las cosas, y desde esa óptica hemos de conservar la Naturaleza, el ecosistema, y llorar y reír por lo que nos rodea buscando los pálpitos de la necesidad y sus convergentes resoluciones.
Mantengamos, en esta experiencia vital, el mejor deseo por y para nosotros. Hagamos propósito de enmienda cuando proceda y llevemos a feliz término los deberes pendientes, que siempre hay algunos.
Amanece, como nos recuerda la película, que no es poco. La dosis de existencia la tenemos que poner nosotros. Recordarlo no es una obligación: es un compromiso con nosotros y con la propia sociedad.
¡Buenos días!
Juan Tomás Frutos.
Supongo, me digo, que se trata de dudas, de imprecisiones: son descansos que, con intención o no, nos tomamos para ser nosotros mismos, o probablemente sin ningún afán determinado. Hay "vaguadas" que nos sirven para optimizar, para mirar de otra guisa, para interpretar, para surgir en la fe de unos corazones que se experimentan mancomunados, a menudo sin saberlo.
Es el caso, por unos efímeros y eternos instantes, de esta mañana, que nos trae a colación cómo fue la semana. Los derroteros, con sus "martilleos y nanas", no han sido ni malos ni buenos, no en sus valores absolutos. Han sido sencillamente, y hemos procurado que aportaran felicidad y destellos de bondad conducentes al amor. El contento viene de que algo interesante hemos cosechado.
Será así porque, mientras andamos absortos, la vida sigue fluyendo, por fortuna. Y en ese río vemos a amigos maravillosos, a gentes conocidas de las que aprendemos, a vecinos con los que nos hablamos, y sonrisas que nos hacen explicarnos la dirección emprendida. Estamos en el punto: lo humano es la medida de todas las cosas, y desde esa óptica hemos de conservar la Naturaleza, el ecosistema, y llorar y reír por lo que nos rodea buscando los pálpitos de la necesidad y sus convergentes resoluciones.
Mantengamos, en esta experiencia vital, el mejor deseo por y para nosotros. Hagamos propósito de enmienda cuando proceda y llevemos a feliz término los deberes pendientes, que siempre hay algunos.
Amanece, como nos recuerda la película, que no es poco. La dosis de existencia la tenemos que poner nosotros. Recordarlo no es una obligación: es un compromiso con nosotros y con la propia sociedad.
¡Buenos días!
Juan Tomás Frutos.
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