domingo, 31 de mayo de 2015

Más y más

Nos debilitamos
ante ese amor
que nos salva.

Nos declaramos para ceder
la vida
con gestos cargados
de aficiones y de entendimientos.

Estamos en ese tránsito
que no es trámite
y continuamos por veredas
que nos acercarán
al tesoro del futuro
desde la experiencia recogida
en eventos diáfanos.

Preferimos conocer,
y aprenderemos enteramente
con besos y reformas
de aparentes dichas
que convertiremos en salvaciones.

Nos debilitamos, sí,
y, al tiempo, nos haremos fuertes.
Más y más.

Juan Tomás.

viernes, 22 de mayo de 2015

Vivir

Comienza el día mientras sabemos que alguien menos nos acompaña en lo físico. La vida tiene estos trances, que conoces más conforme pasan los años. Normalizamos mediante la "socialización" los conceptos y los métodos que nos imponemos o que resultan de la pura naturaleza de las cosas.

Abonamos las horas venideras con la esperanza de un aprendizaje y de un reencuentro en lo bueno que nos impulse por las veredas que nos mostraron nuestros ancestros, que siempre quisieron, y aún estiman, lo mejor para nosotros.

Las sendas de la docencia son a menudo difíciles, pero nos aportan ese hábito que nos arregla los corazones y nos explica buena parte del trayecto.

La sencillez nos acompaña toda la existencia. Lo que ocurre es que no siempre la queremos ver como tal. Nos debemos esforzar a lo largo de los años para que las importancias se establezcan en su sitio oportuno.

Los valores del honor, de la decencia, de la honestidad, de la amistad, de la voluntad y del esfuerzo compartido nos regalan "empatías" que nos emplazan a seguir por el mismo itinerario en reiteradas ocasiones.

La experiencia nos provoca que lo veamos así conforme transcurren los años. Es un regalo, en ese sentido, el suceder de los días, que nos ubican en la perspectiva precisa. Al final, y al principio, quedan los sentimientos reales.

Por eso, de vez en cuando, a modo de renovación de votos, nos hemos de manifestar la valía existencial y las motivaciones por las que nos encontramos aquí. Hacer el bien y vivir son dos de las máximas. Comenzar con estos pensamientos ayuda enormemente. Prueben.

Juan TOMÁS FRUTOS.

Nos sabemos

Nos enredamos
en una noche que parece día.

Nos enfrascamos
en los deseos,
que son algo más.

Nos vivimos
con importancias relativas
que nos dejan alas
para volar
en la efímera eternidad.

El azar nos ayuda.
Haremos del amor
la mejor bandera.

Nos tenemos,
y eso es garantía
de buenos momentos.

Nadie nos tiene 
que demostrar nada.
Nos sabemos.

Juan T.

lunes, 18 de mayo de 2015

Porvenir

Nos convencemos
del amor
ahora que nos alcanza
con la varita mágica
que nos consiente
una verdad o dos
con las que nos besaremos
de principio a fin.

Nos integramos
en el papel básico
de la memoria que nos añade
a los elementos básicos
de la ilusión
con la que nos iremos al fin del mundo.

Juntos estamos,
y eso es la base
para el porvenir que compartimos.

Juan T.

domingo, 17 de mayo de 2015

No pido más

Resistiremos en los tonos,
en las formas,
mientras volvemos
a generar ese amor
que una noche,
quizá en más de una,
se nos escapó
para dejarnos desprevenidos
por y para siempre.

Nos ofreceremos al destino
de nuevo, por mil veces
si hiciera falta,
para navegar
por resistencias en vacío,
superando las tempestades.

Calcularemos lo justo
entre necesidades flamantes
que nos han de otorgar
las caricias de ensueño
que tanto dibujaron un camino
que hoy sí vamos a andar.

Resistiremos, resistimos ya,
y nos ponemos manos a la obra
para dar con la voluntad
de amar de verdad,
convertida en la mejor sustancia
de una senda compartida.

No pido más.

Juan Tomás Frutos.

viernes, 15 de mayo de 2015

La previsión del día

Pisemos con fortaleza el nuevo día, para que nada interesante se quede en la nada, para que no se pierda en la nebulosa de un destino que nos pertenece. Hagamos también que la delicadeza sea uno de los sentimientos que nos haga participar en un encuentro lleno de expectativas.

Rocemos el amor. Cualquier estímulo es bueno para entender, así como para atender las paciencias con las que crecemos en una etapa y otra.

No impongamos ni criterios ni ideas, que nos han de permitir resistir con experiencias que hemos de cargar de Humanidad.

Lo bueno de que las cuestiones que consideramos fundamentales no salgan es que nos apuntan por dónde han de ir ciertas medidas, y, en todo caso, el camino de la ilusión. Seamos francos con nosotros mismos. No nos engañemos ni con circunstancias ni con personas. 

No forcemos ni afectos ni resultados. Aunque no siempre nos complazcan ciertas metas y sus respectivos itinerarios, el mundo es como es. Procuremos siempre realizar cuanto podamos desde la mutación y la mejora de lo propio.

La belleza está por doquier. Cada día aparece, aunque no siempre la califiquemos. Nuestro primer deber es buscarla, explorarla, compartirla y fomentarla. La hallaremos en eventos, en palabras, en silencios, en procesos de toda índole, unas veces pequeña y en otras oportunidades a grandes dosis.

En todo caso, la medida la ponemos nosotros. Pensemos, más que en recibir, en lo que podemos desarrollar por la nueva jornada, en ella, y avancemos, en consecuencia, sin más previsión que ser felices.

Juan TOMÁS FRUTOS. 

sábado, 9 de mayo de 2015

Nos iremos tocando

Podremos ir a lo útil desde la consideración de un amor mayor. No quedemos en la nada que nos inunda con reglas de oro. Pongamos toda la carne donde sea correspondiente.

Nos enamoraremos del destino con una intención doble. No malgastemos los tiempos de antaño. Hemos de aglutinar experiencias desde las emociones más lindas.

Tengamos la fiesta en paz. Nos debemos a los universos que han de narrarnos los eventos mejores. No rompamos anhelos no comprensibles.

Confesemos qué hacer en cada instante. Nos hemos de dar resortes con los que alumbrar cuanto tiene recorrido con amistades peligrosas. Nos dejaremos llevar.

Los ideales nos han de subrayar los cánones más clásicos con reformas que han de estar en su punto. Nos iremos tocando.


Juan TOMÁS FRUTOS.

Conocimiento y tiempo

Representamos esa experiencia que nos lleva con la vida a cuestas, con las emociones dadas en sintonías que nos enganchan al futuro, que será nuestro.

Presentemos los respetos de otras etapas, que han de darnos lo mejor. No vivamos en disparates que se eternizan.

Hemos de asumir los roles ideales. No malgastemos los tiempos de antaño. Supongamos. Los exponentes son claros.

Los deseos aparecen como totales. Nos mostraremos con ganas. Hemos tomado ideas que nos permitirán no ser rehenes de nada.

Los hechos siguen. Pongamos en su lugar a los que han de venir. Dispongamos el tesoro mayor. El conocimiento, con tiempo, lo es todo.

Juan TOMÁS FRUTOS.

sábado, 2 de mayo de 2015

Amo

Amo lo que eres,
cuanto sueñas,
lo que soy,
cuanto espero...
de ti.

Sorprendes mis deseos
con unos fines
que superan los pensamientos
más altivos.

No hay noria,
pero me mareo en positivo.
Sí, percibo que amo,
que amo cuanto eres,
por lo que eres,
desde que eres en mí,
por todo y por nada,
con justificaciones
y sin ellas.

Amo:
no hace falta que diga
nada más.

Amo, y amo,
y amo...

Juan T.

Una vida fuerte

Nos hemos de hablar con todo el interés del mundo, procurando que los avances nos lleven por los derroteros del amor.

Hemos de hermosear con lo fácil, con lo sencillo, con lo único, con lo repetido, con lo excepcional y con lo razonable.

Nos hemos de colocar en esos puntos que han de apurar los elementos de otras etapas, que nos darán lo más bonito.

No rompamos los hechizos con los que nos formamos y compartimos un excelente aprendizaje. No quedemos en esa misma levedad que no nos inclina a la salvación.

Solventemos el camino de la fe desde lo que ha de venir con una fórmula de salvación. No introduzcamos factores inútiles. La vida es frágil y corta: nuestro deber es hacer que se consolide en lo contrario, esto es, como fuerte y lo más larga que podamos.

Juan TOMÁS FRUTOS.

El desafío de aprender

La vida es un puro tránsito. Lo sabemos. No obstante, hemos de poder encabezar aquellas etapas más fructíferas, desde los instantes más singulares, únicos y sencillos, con el fin de optimizarlas en cuanto a aprovechamiento, aprendizaje y deseos cumplidos.

Cada momento es una oportunidad: lo es para moldearnos en positivo, para caminar, para respirar, para formarnos, para compartir, para descubrir le belleza que siempre ha estado ahí, para no atosigarnos, para surgir o resurgir, para adentrarnos en la hermosura de cada jornada, dispuesta a borbotones, para ser un poco más felices...

Las diversiones son muchas: ¡por supuesto que no todas han de ser estridentes! Pongamos toda la masa en esa actividad que nos promueve por y para ser personas genuinas sin necesidades absurdas y comprometidas en vacío. Busquemos la profundidad, pero no la densidad acumulada que nos rompe.

No todo ha de ser un éxito. De hecho no es adecuado que lo sea. Tampoco veamos en exceso el fracaso, que nos suele regalar docencia y fortaleza. No olvidemos que lo que no nos mata nos hace más diestros y firmes. Nuestras convicciones han de crecer desde el prisma de la tolerancia, desde el entusiasmo contrastado y alto.

Los hechos nos han de mostrar sendas, que hemos de ir tomando desde la premisa de enmendar los posibles errores. Nada permanece. No es anhelable que sea así. Debemos movernos para no corromper lo que nos invita al aprendizaje. Por cierto, como palpamos, nada funciona eternamente.

Es conveniente que el universo esté en perpetua transformación. De las mutaciones todos aprendemos. Lo importante es que el factor experiencia nos sugiera fermentar. Lo decisivo es que aceptemos el desafío y nos formemos ciertamente, eso sí, sin adoctrinamientos funestos ni fanatismos. El día nos participa su más extraordinaria cara, sus múltiples elementos. ¿Vamos por los buenos?

Juan Tomás Frutos.

viernes, 1 de mayo de 2015

Mantener la ventaja

Superas las expectativas
con esa entrega
que refuerza el contacto.

Estamos unidos
por millones de hilos
que no vemos.

El amor nos hace cantar
con sombras que superan
las dudas.

Hoy nos abrazamos:
es un acto soñado,
de siglos, conformado de momentos
que nos hicieron personas de bien.

Nos alzamos
sobre lo imaginado,
porque nos hemos empeñado
en que la realidad
supere la ficción.

Ya le gana por una clara ventaja.
¿Me ayudas a mantenerla?

Juan Tomás Frutos.