La vida está llena de presentes. El estar vivo y con
salud es uno, el principal. El aprovechar lo que tenemos, el tener raciocinio
para ello, es otro. Dar con amigos, tener una familia, poder disfrutar de lo
nimio y de lo importante, viajar, querer, ser amado, aprender… son opciones, conceptos y oportunidades que nos brindan felicidad, si
interpretamos que ésta aparece cuando estamos preparados, buscándola, sí, pero
sin perseguirla.
Cada día es una elección, una ocasión más, un
anhelo, la proyección de objetivos, que, cuando menos, hemos de intentar
desarrollar. El regalo mayor que podemos otorgarnos es tener voluntad de
superación, el no venirnos abajo, el progresar desde la perspectiva de que todo
puede mejorar, fermentar hacia una dimensión más óptima. Observar esta realidad
desde el silencio y sin obsesiones nos puede alimentar el corazón.
Así, pues, nos hallamos ante una nueva jornada en la
que hemos de nutrir el espíritu y fortalecer el cuerpo desde la convicción de
que querer es poder. Recordemos que en muchos momentos y etapas de nuestras
vidas nos salva la confianza en nuestras posibilidades. Podemos.
Juan
TOMÁS FRUTOS.
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