miércoles, 30 de noviembre de 2016

Registros de amor



Nos iremos a ese mundo en el que seremos perfectos entre consideraciones de pensamientos claves. Nos dejaremos ir.

Hemos de avanzar con un pronóstico que no permitirá que nada quede atrás. Nos haremos caso desde la emoción.

Nos imaginaremos que todo podrá ser en un mundo de conveniencias. Nos hemos de regresar con numeraciones que nos otorgarán los mayores beneficios.

Hemos de agrietar los pronósticos con unas alturas que nos harán mirar oportunamente. Deberemos ser con una secuencia lógica.

Nos vendremos a ver con una levedad mayúscula. Nos iremos donde sea, como sea, con registros de amor.

Juan Tomás Frutos.

martes, 29 de noviembre de 2016

Nos aproximaremos



Responderemos con un amor que nos sanará. Nos animaremos con recuerdos que serán entre consejos resplandecientes.

Superaremos los misterios con más afanes. Nos volcaremos. Hemos de llamarnos. Nos aguantaremos. Hemos de resolvernos.

Lo que fue suficiente nos ha de dar lo que tuvo sentido y razones nuevas. Nos alimentaremos. Nos aclamaremos con resortes suplentes.

Todo podrá ser. Nos preparemos con importancias. Hemos de entusiasmarnos. Nos alteraremos. No seremos.

Vendrá todo con una gran amistad. Nos aglutinaremos. Presentiremos. No estaremos en el punto más querido, pero nos aproximaremos.

Juan TOMÁS FRUTOS.

domingo, 27 de noviembre de 2016

En tu regazo

Crezco en tu regalo,
con ese don natural
que es el amor.

Soy feliz.
No podría estar
en mejor sitio que en ti,
en tu regazo.

Juan T.

Pedimos y recibimos

Nos inspiramos en esta mañana que sabe a gozo entre tormentas que superamos. Nos preparamos para envíos fáciles. Hemos sido en la voluntad misma.

Nos consentimos. Influenciamos el futuro con un presente que embriaga. Hemos aplaudido. Nos consideramos en equilibrio.

Predicamos y platicamos en un nuevo envío hacia ese fin que nos alimenta. Hemos llamado la atención con regalos inefables.

Nos transportamos. Hemos rellenado un formulario que nos devuelve a lo que fuimos. Nos podremos colocar donde sea preciso.

Los olvidos son hoy recuerdos que haremos realidad. Podemos ser muy dichosos. Nos dosificamos. Pedimos y recibimos.

Juan TOMÁS FRUTOS.

sábado, 26 de noviembre de 2016

Evolución



Nos miramos a los ojos, y comprendemos que las razones de la vida se resumen ahí, en ese encuentro, que nos sorprende y nos conmueve con ganancias que nos responden a los buenos intereses, con los que nos identificamos. El conjunto es la prioridad, sin olvidar las individualidades. Nos guías.

Defendemos las promesas de unas ilusiones que nos definen con los conceptos más maravillosos. Hemos de ser en las actividades diarias. Refresquemos los puntos sustanciales con más dicha.

Disponemos el acontecer con unas consideraciones que nos ponen en mitad de palabras que nos asaltan con dudas que resolvemos con los hechos que nos influyen en positivo.

Hemos adecuado las contestaciones, y no por hipocresías, tensiones o desplazamientos de los ideales cruciales. Lo hemos hecho por la convicción de que la transformación caracteriza a la inteligencia, algo que podemos decir igualmente a la inversa.

Continúas en el ejercicio de un don que nos permite avanzar con quehaceres intermedios. No debemos quedarnos en la cuneta de la existencia. Eres el ejemplo de superación, y por eso te contemplamos en esta tarde de soledad a la que conquistamos.

En este mundo que se ha metido de nuevo en crisis eres el exponente de que todo es un tránsito hacia un universo más hermoso. Hay motivos para la esperanza. Eres uno, no el único.

Te reseñamos por la cercanía y la energía que imprimes en todo lo que realizas. Has evolucionado con soltura y sencillez, y ese itinerario nos hemos oteado. Damos gracias por ello.

Juan TOMÁS FRUTOS.

Un regalo



Florece el corazón
junto al río de la vida,
que aquí se llama Murcia.
Paseo por ventanas
sin marcos ni rejas,
entre aves que cantan,
entre deseos cumplidos,
con maravillas que alcanzan
los ideales más ciertos.

Creo en ti,
en esas verdades
que nos sugieren el paisaje,
el agricultor, el ventero,
los caminantes de unos lugares
que saben a miel, a limón,
a frutas variadas, a anhelos y afanes
de gloria portentosa.

Me ofrezco
a las razones de las caricias
que se salpican de objetivos
que fluctúan
con registros y raíces
hacia un mar
de sensaciones coloreadas
de verdes y azules.

Estamos en tierra amiga,
que lo es de los suyos
y también de los visitantes, de todos,
en la convicción de que la mezcla
fortalece y asciende.

Aprendemos de ella
cada día, en cada descanso,
entre opciones de presencias destacadas
que nos llevan al altar
de la dicha, de la alegría,
que, como regalo impagable,
es un don,
y por él le damos las gracias.
También en este nuevo instante.

Juan Tomás Frutos.

En la justicia

Se levanta la mañana.
Nos toca con sus labios dulces.
Creemos prolongar el sueño:
con él caminamos
por una senda,
la de esta reluciente jornada,
que nos pertenece
con sus cánones de paz.

Somos en la justicia.

Juan T.

viernes, 25 de noviembre de 2016

Para mejor

Resistimos en los buenos tiempos, en los que han de venir con unas fórmulas que pueden ser mágicas y consistentes.


Hemos de predicarnos con arbitrios que nos han de suponer con una entereza maravillosa. Nos hemos de preparar para contar en lo único.


Vivamos en la excepcionalidad de una moral que nos debe encumbrar a un pasatiempo noble. No apaguemos los deseos.


Sepamos los motivos por los que nos movemos por lares mayúsculos. Hemos de ser con grandeza. No nos detengamos.


Hemos de aventurarnos en las verdades que siempre nos consuelan con buenos hechos. Los actos nos definen: procuremos que para mejor.

Juan TOMÁS FRUTOS.

miércoles, 23 de noviembre de 2016

Hemos hallado mucho

Vamos a resistir con una voluntad que nos ha de llevar por los caminos de una versión posible. Nos comentaremos.




Las llanuras serán el todo y la nada con una virtud de pensamiento claro. Nos hemos de considerar desde la máxima emoción.




Nos prepararemos en un nuevo desván. Iremos con una virtud razonable. Nos consideraremos. Hemos conmutado.




Interiorizamos una verdad que nos regala momentos de cambio con una implicación sencilla, única, diestra.




Nos sabremos con una eterna sonrisa. Nos daremos un poco más. Nada nos faltará. Hemos hallado mucho.




Juan TOMÁS FRUTOS.

martes, 22 de noviembre de 2016

No estoy


Llamas,
y abro la puerta.
Te sorprendes.

Soy yo,
pero ya no estoy.


Juan T.

Nos buscaremos

Nos introducimos en un mundo nuevo que nos aplaude con reglas de oro que nos conducen por doquier con una premisa singular.




Nos conducimos por lares que son en otras etapas. Hemos aprendido a estar con la ilusión de siempre, de antaño.




Nos entregamos a la vida misma con unas señales de creencias en el futuro, que es presente. Hemos dado mucho.




Juntemos los aspectos más nobles con una voluntad de estar donde sea preciso. Nos gozamos. Hemos resuelto.




Buscamos con destrezas. Nos hemos de comprobar con una verdad que es. Nos debemos emplazar. Nos buscaremos.




Juan Tomás Frutos.

domingo, 20 de noviembre de 2016

Milagros



Hay quien espera milagros como prueba de que el mundo se justifica con compensaciones rápidas y bondadosas, visiblemente reparadoras de necesidades, de carencias o de tropiezos. Los hay que también los desean con constancia, con recurrencia, a ser posible todos los días. El ansia, en estos casos, nos supera, nos sobrelleva, nos puede. Es claro que así no se advierten.

Por pedir, dicen algunos, que no quede. Y reclaman más, incluso pensando en que tenemos más derechos que otros. Éste es un problema de la sociedad moderna, que se rompe en mil pedazos en pos de conquistas de las que, indudablemente, podemos prescindir. Después de todo pensamos que bregamos para obtener una evolución estrictamente positiva. Luego, con el tiempo, te das cuenta de que esa perfección ni existe, ni es buena tampoco. Las rachas supremas nos colocan en un riesgo real de entontecimiento. Podemos meditar en el sentido de que nos debemos, o nos deben, determinadas cuotas de bienestar cuando en realidad no hemos de demandar más que el resto.

Buena parte de estas crisis nuestras que se solapan tienen que ver con la saturación en el crecimiento. Dice mi amiga Joaquina S. que “el hambre que no tiene hartura no es hambre pura”, y, además, me recuerda que el refranero español, por suerte, apenas falla. Divisamos que la sobreproducción, la sobreexplotación y las expectativas inmensas nos colocan en un peldaño que se resquebraja y nos lanza a una sima sin fondo.

Si contemplamos en nuestro entorno constatamos mil puntos que justifican que los milagros, en plural, en conjunto, para las mayorías, existen, aunque pequeñas y grandes cosas se empeñan en hacernos escudriñar lo contrario, con hechos que nos doblan la espina dorsal por las injusticias que suponen. Las contradicciones del sistema son evidentes, porque también las tenemos nosotros. No siempre nos ponemos de acuerdo con las interioridades, por lo que es verdaderamente milagroso que cultivemos el pacto en lo global. Sin embargo, el hecho es que la tolerancia y la paciencia dominan, no obstante, en ocasiones sugerentemente imponentes.

Oteemos. Cuando hay salud tenemos un milagro al lado, como también lo hay cuando podemos disfrutar de las familias que nos aman, cuando nos estimamos de verdad, cuando llegamos a final de mes, cuando nos deleitamos de la belleza de la mañana, cuando escuchamos el cantar de las aves y las risas de los niños, cuando nos paseamos con un bocata de queso, cuando nos tomamos un zumo con una persona divertida, cuando admiramos, cuando nos escuchan, cuando resolvemos, cuando viajamos, cuando hablamos con los padres, cuando estudiamos lo que nos gusta o cuando trabajamos en lo que nos permite el placer conveniente, sin olvidar los casos en los que experimentamos tantas cosas que nos hacen sonreír o ser en el equilibrio… En esos momentos, el destino nos reporta milagros sucesivos que, quizá por tenerlos sin complejidad, no nos parecen tanto. Lo son.

Instantes irrepetibles

La verdad es que el hecho de respirar, de poder compartir con buenas gentes gratos instantes, que sabemos efímeros, que son irrepetibles, constituyen un milagro que nos construye como Humanidad, que, con el paso de los siglos, ha sido capaz, incluso contra viento y marea, de preservar lo mejor de su genética en etapas sumamente agrias. La Naturaleza, con sus esencias, va abriéndose camino, surgiendo y resurgiendo, y dándose oportunidades para amar y ser amada.

Ciertamente, la existencia está llena de milagros, de excepciones sonantes o silenciosas. Están ahí para regalarnos sentimientos de gratitud, de colaboración, de altruismo, de amistad, de laboriosidad, de consideración, de respeto y de interacción en positivo, además de cientos de idearios ilusionantes. Pensemos lo que pensemos, suceda lo que suceda, sea todo simple o sinuoso, la creación, lo cotidiano, es un milagro, y, ante todo, lo es por lo importante que es para nosotros, lo asumamos así o no, que es deseable que sí. ¡Buen día!

Juan TOMÁS FRUTOS.