Nos apremiamos
para llegar
donde las emociones
nos devuelven
a cuanto fue de verdad.
Nos hemos enseñado
a estar
en ese lugar que nos encamina
con roces y generaciones espontáneas.
Nos libraremos
de los gozos extraños
y nos inclinaremos
hacia la verdad.
Nos hemos dejado estar.
Verdaderamente.
Juan T.
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