lunes, 18 de marzo de 2013

Un eje vertebrador

El ser humano, de manera individual y como colectivo, tiene en la comunicación periódica su piedra angular, especialmente cuando nos referimos a aspectos sensibles como es el tratamiento de las víctimas en los medios comunicativos. La pieza básica del desarrollo de toda sociedad que se precie es el Periodismo, un oficio que tiene su origen en la misma idea y en la realidad del ser humano. Cuando éste tiene conciencia de sí mismo y comienza a organizarse en pequeños clanes o familias, ya podemos ver esbozado un primer estadio del Periodismo.

En cualquier era podemos detectar a alguien que trata de contar algo a sus congéneres. Es un papel básico, y hasta necesario. La opinión pública precisa de ser alimentada con lo que ocurre y con su interpretación pertinente. Sin embargo, ha de ser alimentada a favor de la salubridad del colectivo. Por lo tanto, a la hora de relatar sucesos hemos de ser ilusionantes y positivos. Digámoslo claro.

Todo un bagaje instrumental ha rodeado al Periodismo desde que nace de una manera incipiente y poco definida hasta nuestros días. Los avances tecnológicos han sido una consecuencia de los anhelos de ir ganando partido a los elementos de la naturaleza, y, en concreto, en el ámbito comunicativo, son utilizados para perseguir una mejora en el conocimiento, que es lo que nos distingue, a priori, del resto del medio natural, pues tenemos capacidad de analizar lo abstracto y de vislumbrar lo que ha sido, el porqué, así como su futuro, sus consecuencias y las posibles modificaciones en las conductas y actitudes. Tengamos esto en la mente a la hora de informar de eventos complejos.

 Desde el siglo XVIII, con el fortalecimiento del Periodismo en las urbes, en los burgos, con la nueva clase social, la burguesía, hasta hoy en día, ha habido sucesivos progresos, todos importantes. No obstante, la revolución que supone Internet en la actualidad no deja lugar a dudas sobre los avances que estamos registrando. En ellos, el Periodismo encuentra un aliado, si somos capaces de arbitrar buenas prácticas. Éstas han de ser más ostensibles en asuntos de perjuicios sociales.

El Periodismo, como decimos, hunde sus raíces en los mismos comienzos del ser humano. A lo largo de los siglos se ha ido configurando un oficio, a la vez que profesión más tarde. Ahora, las Tecnologías son la base de un nuevo sistema reinventado y refrescado en sus esencias, que han de ser recordadas, alimentadas y mejoradas con el objetivo común de una evolución sosegada y en equilibrio. El asunto que nos ocupa, las víctimas, incide más y más en ello.

Estamos convencidos de que el Periodismo basado en la Red de Redes y que consulta y se nutre de estos avances está mejorando, y más que se lucirá. El aprendizaje es multidisciplinar. Conviene que con ética y talento miremos al futuro, con los pies en el presente y sacando partido a los fundamentos del pasado. Los beneficios, con seguridad, serán compartidos, pues la labor del Periodismo está en el mismo vértice, en el mismo eje, de la sociedad. A ella le pertenecemos los que ejercemos esta maravillosa tarea.

Porque es así, casi de manera absoluta, defendemos una apuesta llena de sensibilidad, cordialidad, mesura y conocimiento en el caso de que abordemos, informativamente, hechos y sucesos que tengan como resultados o protagonistas a víctimas en los más diversos órdenes. Pensemos en ellas como si fuéramos nosotros mismos. No nos equivocaremos con esta actitud.

Juan TOMÁS FRUTOS.

No hay comentarios:

Publicar un comentario